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viernes, 13 de diciembre de 2013

Informe PISA?,digan lo que digan... Andalucía bien, gracias.












 La muerte de Mandela, la pregunta independentista catalana y otras cosas han cortado el flujo de artículos sobre el Informe PISA, pero deploro la superficialidad con la que se "leen" los datos de cualquier informe que se publique sobre nuestra realidad. Sólo  se destacan en los titulares los datos que convienen a la particular posición de cada uno y sobre todo los que nos permitan seguir revolcándonos en el fango en el que últimamente nos gusta rebozarnos y "sin dejar nunca  que la realidad nos estropee un buen titular".
Pues bien yo lo he leido entero y voy a gritarlo, ¡¡¡yo solo veo esperanza y oportunidad en los datos del informe PISA 2012¡¡¡, asi que no nos flagelemos, es como si Alonso fuera un incompetente por ser segundo, todos sabemos que es porque su Ferrari, muy bonito sin duda, corre solo un poco menos que el del ganador Vettel....si aplicaramos el  criterio valorativo que los españoles otorgamos a Alonso al tema educativo, hoy los andaluces estaríamos contentos porque no somos los primeros pero hemos peleado y mejorado un poco, pese a todas las rémoras multiseculares que estamos superando.
El Informe PISA es muy complejo y no es fácil simplificarlo por lo que me centraré en un apartado concreto el de los datos referidos a Competencia matemática que es el aspecto en el que menos hemos progresado en España:
Es curioso que estar por debajo de la media se considera un desastre, un suspenso, como si la media no fuera eso una media entre los más altos y los más bajos.
Si quitamos a los paises orientales que encabezan sin duda la lista, pero  que parece que están sacrificando a la juventud para alcanzar sus objetivos nacionales, el país con mejor calificación es Liechtenstein con 535 puntos, , la media OCDE  es de 494, Navarra 517, PaisVasco 505, Cataluña 493, España tiene de media 484 y Andalucía 472.
Vale, no nos gusta ir a la cola,.... pero es que en competencia matemática detrás nuestra están 32 países y entre ellos EEUU, Israel o SUECIA.
Pero traduzcamos las cifras a algo más fácil de comprender, refiriéndolas a 10 y entonces las "calificaciones" pues así nos lo tomamos como un examen que nos han hecho y hemos suspendido, Liechtenstein tendría 10, España 9,  y Andalucía 8,8,  a 4 décimas de la media de la OCDE que es 9,2.
¡Ojalá en cualquier otro ranking internacional  de cualquier cosa, Andalucía estuviera tan bien valorada!.
Tener un 8,8 no está mal,  y además hemos mejorado desde el anterior estudio hace 3 años, pues mientras la media OCDE ha bajado 2 puntos, y la española subido 1, Andalucía ha subido 10 .
O sea que nadie debe dramatizar lo que es una posición relativa entre partes que son incomparables...es como decir que los negros no saben lavarse.... o como algún idiota muy titulado se permite decir que los andaluces son menos ahorrativos que los navarros, porque... ahorran menos.
Yo creo, después de haber leído mucho, que los resultados de estos estudios no deben utilizarse para comparar paises, sino para estudiando sus tripas mejorar cada uno lo suyo. Eso sí, nos deber servir como estimulo a la emulación de otros a los que queremos parecernos, porque sin estos informes caeríamos en la complacencia.
Tenemos una educación de la que sentirnos orgullosos¡¡¡porque mejora y quiere seguir mejorando, pese a que algunos "reaccionarios" quieran destruirla para su beneficio, construyendo sobre la ruinas un sector privado competitivo, como con el servicio nacional de salud.
En Andalucía tenemos que avanzar mucho en muchos aspectos, también en la educación, pero no es lo que tenemos peor, sólo hay que recordar el paro y la desigualdad. Construir un futuro mejor para nuestro sistema educativo en un entorno lleno de dificultades e incertidumbres, solo será posible con un trabajo cuidadoso, continuo y con consenso, pero que no empieza con la destrucción del edificio, todavía endeble, que con tanto esfuerzo hemos construido en los últimos cincuenta años, eso es de lo único que estoy seguro, todo lo demás estoy dispuesto a negociarlo.

martes, 29 de octubre de 2013

Las víctimas tienen derecho a justicia no a venganza

Ayer Iñaki Gabilondo expresó en su blog de forma comprometida una opinión que comparto sobre la actitud de las víctimas del terrorismo. No están de acuerdo con la aplicación de la Resolución del Tribunal de Estrasburgo en relación con la doctrina Parot, pues entienden que los asesinos de sus familiares deben estar más tiempo en la cárcel, no sabemos hasta cuanto, como si ello les aportara mayor consuelo.  En la manifestación del domingo lo expresaron contundentemente, exigiendo al Gobierno que no la cumpla.

iñaki, como casi siempre, ha estado acertado, pero no me quedo tranquilo si no apostillo al maestro.
Hasta ahora las victimas han actuado dentro del Estado de derecho, pues también les asiste el derecho  a opinar y a protestar incluso las resoluciones judiciales. Otra cosa es que se les haga caso pues al Estado le corresponde actuar con toda esa presión, pero dentro de la Ley y no hacer como los sherifs cobardes de las películas que consienten el linchamiento de los reos....

No existe el derecho a la venganza, pero si la libertad de solicitarla y yo también lo comprendo, pero sólo se alcanzará la paz de todos nosotros y de cada uno de ellos con la petición de perdón de los verdugos y el otorgo del perdón por las víctimas.
Po eso admiro algunos casos de etarras y de sus víctimas que ya se han reunido y lo han formalizado... y por otro lado deploro las sonrisas de algunos y comprendo el deseo de venganza de algunas víctimas, aunque creo que están equivocadas.

podeis ver los derechos de las victimas bien claritos, son los que tienen en el Estado de Carolina del Norte.

domingo, 27 de octubre de 2013

El arroz ya está en sazón

Esta mañana estuvimos de  nuevo en el Brazo del Este (Sevilla) tratando de visionar aves, pero con el cambio de hora llegamos un poco tarde para eso.

El arroz está medio cosechado y en la foto se puede ver cómo es cuando está maduro, también me hubiera gustado fotografiar a las tres cigüeñas negras (Ciconia nigra) que vimos paradas y juntas muy cerca del arrozal,  pero la cámara de mi teléfono no es lo suficientemente sensible para animales tan cautelosos.

Hoy ha sido un buen día, compañía de buenas amigas y dos detalles de la naturaleza que nunca había observado.

miércoles, 23 de octubre de 2013

ESTOY DE ACUERDO CON LO QUE DICE ANTONIO MUÑOZ MOLINA ...PERO NO CON QUE: "NUESTRA EDUCACIÓN ES DESASTROSA"

Hoy El País publica un reportaje de  Jacinto Antón  desde Oviedo, en el que tras entrevistar al autor, supongo, dice que dijo lo siguiente sobre la educación en España:
Para el novelista, “de acuerdo con cualquier criterio que usemos, nuestra educación es desastrosa” y “no podemos tener un modelo productivo distinto si no tenemos un modelo educativo sólido”. Ha criticado los planes para resolver eso como “una comedia vista una y otra vez” y cuyo primer acto es la publicación de datos malos, el segundo el rasgarse las vestiduras, el tercero las preguntas a los políticos y no a los profesores que sufren las consecuencias de todo. “A continuación, los políticos de izquierda culpan al franquismo, y los de derechas a los socialistas. Y seguidamente se hace una ley atolondrada que durará muy poco”. La solución ha dicho, “es preguntar a los que están en la obra, a los docentes, y fijarse en los países en los que la educación funciona mejor; ser pragmáticos y dejarse de ideologías”.
Me parece que está muy atinado  en su análisis de lo que ha pasado  con la política sobre educación y en el principio de la solución que propone, pero por qué tiene que decir lo que he subrayado, cuando podía haber utilizado cualquier otro calificativo más justo para nuestra educación y no el peyorativo "desastroso", sobre todo él que es académico, él sabe, como el excelente escritor que es,  que de algo se puede decir, por ejemplo,  que es  excelente, notable, bueno, regular, malo, muy malo o... desastroso, si consideramos  la tercera acepción que a dicha palabra atribuye el diccionario de María Moliner, y yo pienso que al hacerlo no es justo con ninguno de los datos de los estudios comparativos publicados y menos con la calidad de los profesores españoles y confío que él lo sepa.
A todos los que queremos una educación mejor en España, como él, nos vendría bien que una persona con tanta influencia fuera más mesurado en sus juicios y con menos prejuicios al formularlos, conforme a la segunda acepción que el diccionario de la RAE asigna a prejuicio: "Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal."

jueves, 28 de febrero de 2013

¿Vivimos en los medios?


Dibujo de Enrique Martínez-Salanova




Apelaré a mis recuerdos personales para tratar de explicar la perplejidad con la que afrontamos hoy el protagonismo alcanzado por los medios de comunicación en nuestras vidas y como ello afecta a la educación en general, a nuestra manera de utilizar los medios en la tarea educativa y si me apuran a nuestro futuro como ciudadanos, pues en pocos años las cosas han cambiado radicalmente, muy radicalmente.

En la España de los años 60 del pasado siglo la televisión era en blanco y negro y fundamentalmente un vehículo de entretenimiento y que si a principios de la década la única cadena pública que existía se veía en bares, teleclub, escaparates y algunas casas, a finales de los sesenta estaba en casi todos los hogares, ocupando ya un lugar en nuestras vidas con sus dos cadenas, desplazando de su sitio a la radio que pese a tener solo sonido, con su programación en directo tenía algo más de color. Estaba claro que la televisión como electrodoméstico ocupaba ya el lugar central en las casas y aquellos grandes aparatos de radio pasaron a los desvanes, aunque afortunadamente  la radio seguiría con nosotros con música, cada vez más música, en los cada vez más pequeños transistores y en los automóviles, en los que pasábamos cada vez más tiempo.

A principios de la década el teléfono era fijo y ordinariamente estaba en alto anclado en la pared de un pasillo y nos permitía hablar desde nuestras casas o desde los locutorios públicos con otras personas que estaban en las suyas, eso sí en muchos sitios a través de operadoras que solían saber de nosotros más de lo que confesaban y con el teléfono nos comunicábamos de persona a persona cuando no podíamos hacerlo cara a cara y no queríamos o no podíamos escribirlo en una carta.

Las noticias las recibíamos a través de una única emisora de radio en “partes” oficiales con la que todas las demás emisoras estaban obligadas a conectar en las horas fijadas y también de los periódicos que básicamente también nos ofrecían una información controlada.

Las películas se veían en las salas de cine en las que hasta se podía fumar y los libros estaban en sus estanterías en casas o bibliotecas esperando a que los leyéramos para aprender o para entretenernos con sus historias.

En nuestras aulas el conocimiento lo tenía el profesor o los libros y los niños teníamos que aprender lo que se nos decía en ese mundo cerrado, en el que se hablaba de cosas que eran las importantes y que sin embargo de ellas no se hablaba en nuestras vidas.

Era una época en que todo estaba claro y cada cosa estaba en su sitio, el pan era pan y el vino, vino y el que mandaba... mandaba sin que tuviéramos que elegirlo.

Hasta entonces, en las casas estaban las familias que a la vez que alimentaban y cuidaban a sus hijos, les transmitían sus valores y trucos para sobrevivir; la prensa nos informaba de lo que debíamos de estar informados; la televisión y la radio también nos informaban pero sobre todo nos entretenían junto al cine y, el saber estaba en los libros y se aprendía lo importante en la escuela, incluso la forma de alcanzar el cielo. El resto era trabajar o jugar... cosas sin importancia.

Así pues, las familias se reunían en las mesas alrededor de la comida viéndose las caras y hablando de sus cosas, pero la presencia del televisor nos obligó a hacerle un hueco y ya no nos mirábamos, ni casi podíamos hablar, pues él nos miraba y nos hablaba como EL GRAN HERMANO de Orwell y... ahí empezó todo, los medios de comunicación invadieron nuestras vidas de forma imparable hasta nuestros días en los que una parte importante de la sociedad, por no decir todos, no sabemos vivir sin ellos.

Sin entrar en detalle de como se ha producido este cambio, el cambio ha ocurrido, y si nacimos en un mundo donde los medios de comunicación tenían su tiempo, hoy no tenemos vida sin los medios.

¿Por qué ha ocurrido este cambio? A mi juicio, la comunicación y la información, como objetos de consumo que son, han sido transformados por el sistema en mercancías cada vez más baratas y masivas con el único fin de obtener beneficios,… cada vez más beneficios que es la única lógica del sistema en el que vivimos. Esto se ha producido tras un proceso continuado de concentración en grandes grupos mediáticos que de forma casi monopolística satisfacen nuestra necesidad natural y social de comunicarnos con los otros y de informarnos sobre lo que nos rodea. No debe sorprendernos, pues es lo que ha ocurrido con otras necesidades del hombre tal como la alimentación: En el mundo natural la satisfacía directamente ya que la naturaleza la facilitaba gratuitamente; en el mundo urbano la satisfacía en mercados y comercios y hoy, a través de grandes cadenas comerciales que nos venden masivamente productos de grandes empresas de ámbito mundial que en muchos casos fabrican solo para las cadenas tras haber acabado casi con todo tipo de competencia.

El sistema en que vivimos basado en la explotación hasta el agotamiento de los recursos naturales para obtener beneficios crecientes satisfaciendo nuestras necesidades, lo que en principio es bueno, tiene un pero muy grande... nos ha cosificado y, en el proceso productivo necesario para ello hemos pasado de ser sujetos a ser objetos, y de ser hombres y ciudadanos con necesidades que satisfacer eligiendo entre los productos disponibles a ser consumidores de esos productos y, por tanto, no somos el fin del sistema, sino un elemento más del mismo que puede modificarse con la técnica adecuada para obtener más beneficios.

Ya para el sistema dominante no somos ciudadanos, sino consumidores y por tanto legítimamente el sistema ha pasado de producir eficientemente lo que necesitamos a manipular nuestros deseos para que necesitemos lo que produce... así de sencillo: nos creemos que deseamos lo que necesitamos, cuando en realidad hemos pasado a necesitar lo que deseamos. Está en nuestra naturaleza humana y sin duda es la clave de nuestro éxito evolutivo: Podemos manipular el medio para adaptarlo a nosotros, pero también nos adaptamos con gran rapidez a los cambios del medio; en un bucle sin fin que persigue nuestra supervivencia como especie y todo ello gracias a un desarrollo singular de nuestro cerebro que no necesita sensaciones exteriores para pensar, sino que puede construir mundos que no existen, gracias al lenguaje...





Este texto es la introducción de una ponencia que he preparado para el XXIV Simposio Internacional de Didáctica de las Ciencias Sociales que tendrá lugar del 19 al 21 de marzo de 2013 en Guadalajara (España).

Luego vienen los datos y las reflexiones para la educación y el debate. Si estás interesado será a partir de las 17,30 del 19 en la Facultad de Educación.