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martes, 28 de abril de 2020

CUARENTENA. DÍA 47 "LA ANOMALÍA ANDALUZA-2"



MARTES 28 DE ABRIL DE 2020
Ayer  Lola hizo un exquisito cocido como se hacía en su casa y hoy me ha tocado a mi hacer un arroz con verduras y caldos sobrantes que estaba también muy bueno, por la noche acabamos de ver MALTESE, una serie policíaca italiana  en la cadena Sundance que nos ha gustado pues son 8 capítulos de una hora en la que se desarrolla una historia  interesante de lucha contra la mafia en los años 70 en Sicilia.
Hoy he amanecido entre brumas con el ruido de  la obra que tengo al lado, he hecho mis ejercicios y fotografiado las flores péndulas de arándano (Vaccinium corymbosum)  que podéis ver; planté tres en mi jardín el año pasado y parece que prosperan, ya veremos si finalmente podemos comer algún fruto este año. 
Me encanta tener lectores y que me hagan comentarios y uno de ellos que suele ser muy riguroso en sus análisis me advierte que el índice  de muertos por millón que utilicé ayer  para hacer una comparación entre Andalucía y Madrid y  de ahí deducir la mayor o menor eficacia de los respectivos sistemas de salud, estaba sesgado por varios hechos que no se tenían en cuenta: en primer lugar el adelanto relativo del comienzo de la propagación del virus  en Madrid, es verdad que el primer caso confirmado en la península, aunque a posteriori, fue un fallecido en Valencia el 13 de febrero que se había infectado en Nepal,  fue el 24 de febrero, mientras que en Andalucía, concretamente en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla fue el 26, dos días después y en segundo lugar, Andalucía se benefició del estado de alarma nacional decretado el 14 de marzo por la delicada situación que se veía en Madrid y otros territorios, mientras que la situación ese día en Andalucía no era tan alarmante pues sólo había 238 casos declarados de un total nacional de 6.332. En este punto  diría que esa distinta evolución de la pandemia en esos 18 días críticos pudo ser debida también a la gestión más cuidadosa de los casos en Andalucía, idea que trataré también de desarrollar más adelante, pues constan públicamente las medidas de control, seguimiento y aislamiento que se fueron tomando en cada caso y lo  conozco bien personalmente  por una hermana enfermera que intervenía en esas gestiones y que se contagió, seguramente por estar cerca de los casos.
Pero lleva razón mi lector y  a pesar de que muchas veces puedo ser muy tozudo porque suelo estar muy convencido cuando escribo algo, he decidido aceptar su recomendación , especialmente porque este nuevo índice puede ser muy útil para valorar la eficacia en la respuesta hospitalaria, como  trataré de hacer, descendiendo incluso a nivel provincial pues los datos mostrarán que ha sido diferente en las ocho provincias,  así que voy a usar  un nuevo índice de uso común para ese fin que él me proponía  de  muertos /contagiados identificados con PCR, conocido en el argot epidemiológico como LETALIDAD y expresado en %.  Es decir un índice de mortalidad referido solo al total de la población que oficialmente estaba contagiada, que efectivamente ha sido la que ha puesto en jaque a los hospitales y concretamente  a sus UCIs.
Le estoy muy agradecido porque así creo que podré ser más justo con el sacrificio del personal sanitario que es el que sin duda se la ha jugado y se la seguirá jugando, los demás estamos implicados, pero  lo que es seguro es que ellos están comprometidos. 
Así que el dato de ayer de muertos por millón de habitantes sirve para valorar genéricamente el estado de salud de ambas poblaciones en lo que sin duda ha tenido que ver el esfuerzo de sus servicios sanitarios, principalmente de atención primaria, pero también su edad media, modo de vida, alimentación, etc...
Aplicado el  nuevo índice a los datos oficiales del 25 de abril daba para el total de Andalucía un índice de LETALIDAD (mortalidad/contagiados) del 9,76% que suponen 9,76 fallecidos por cada 100 contagiados y para Madrid era de 13,49%, equivalente a 13,49 fallecidos por cada 100 contagiados, lo que supone que  de cada 100 contagiados en Andalucía murieron 3,73 menos que en Madrid, que es un resultado del 27,65% menor, que no es poco si tenemos en cuenta que hemos buscado un índice que admite poca discusión, pues los contagiados son aproximadamente de   las mismas características medias dado el volumen de la muestra y las edades de los pacientes. Este porcentaje de mayor éxito del SAS sobre el SERMAS en la curación de los contagiados del Covip19 merecería un estudio pormenorizado por si se pudiera sacar alguna conclusión útil para el futuro de una pandemia que no parece que nos vaya a abandonar en breve.
Mañana seguiré con el análisis diferencial de los datos en las ocho provincias andaluzas pues presentan una dispersión amplia conforme a la realidad tan diversa de nuestra tierra, pero no adelantemos acontecimientos.
Jesús Aguirre puede parecer  a algunos, pintoresco e incluso un poco tosco, pero de lejos se ve que es un buen tipo y desde luego una vez que en el mes de enero se veía venir la epidemia  se ha comportado con la seriedad exigible, salvo alguna declaración y sin duda una parte del mérito del buen dato anterior se le puede atribuir a su gestión, mañana ahondaremos en ello, porque seamos justos, si el dato hubiera sido desfavorable a Andalucía lo hubiéramos criticado. 
Gracias, amigos, mañana continuaremos con una nueva entrega de mi opinión seriada sobre la gestión andaluza de la pandemia, sus luces y sus sombras.