DOMINGO 26 DE ABRIL DE 2020
Hoy tras 44 días hemos visto directamente a nuestro nietos mayores a través de la verja del jardín. Vivimos a menos de mil metros de distancia y hemos sido el destino de la primera excursión que han hecho en este proceso lento de desconfinamiento que con ellos ha comenzado, DESPACITO y con mucha prudencia. Están más mayores, como es lógico, pero más blancos y un poquito más gruesos, nada que no se arregle con ejercicio y sol, del que seguro pronto disfrutaremos por castigo. Todos nos hemos emocionado.
La foto alegórica que ilustra el diario de hoy, la hice el pasado viernes al paso de un precioso ejemplar de caracol común de jardín (Helix asperza) uno de los animales más lentos de su tamaño, aunque para caracol se desplaza bastante rápido.
Tras una larga cuarentena generalizada ahora toca ir poco a poco recuperando la normalidad en todas las actividades que vaya siendo posible, conforme a lo que disponga el gobierno de acuerdo con los datos y los informes técnicos, pero en un proceso que han dado en llamar "desescalada del confinamiento" en no sé bien que idioma y que perfectamente podrían llamar sencillamente DESCONFINAMIENTO por economía de lenguaje, pues como ese es un principio general del uso de la lengua española ya le están llamado simplificadamente desescalada, no se sabe de que, o aún peor, desescalamiento, que debe ser lo que hacemos cuando bajamos una escalera. Deseando estoy leer lo que tenga que decir al respecto Alex Grijelmo el próximo domingo en su columna.
Ayer fue un día muy productivo intelectualmente pues además de escribir puntualmente mi diario, hacer mis cálculos con los datos de mortalidad en las diferentes regiones o estados de Europa que voy siguiendo, desarrollé una iniciativa participativa para estudiar como evolucionaba un mensaje en las redes sociales que con el fin de protestar "inocentemente" contra la falta de atención al personal sanitario, promueve una iniciativa que de tener éxito podría suponer el fin de una de las pocas cosas que nos unen a los españoles en esta pandemia, además del miedo y la incertidumbre, el momento de aplaudir juntos todos a las 8 de la tarde al personal sanitario y a cuantos continúan trabajando para atender nuestras necesidades. Obviamente estaba siendo aprovechado por otra especie carroñera oportunista, la política, que lo unía a la petición de "dimisión de este gobierno de bulo" asunto en el que parece que ellos son especialistas y en aplicación del refrán "cree el ladrón que todos son de su condición".
Recabé información en las redes, me ayudaron 67 amigos con información sobre los mensajes que habían recibido, reflexioné sobre toda ella y construí un resumen en forma de artículo periodístico que me acaba de publicar EL PLURAL(andaluces diario).
Por favor os pido que no faltéis a la cita de las 20 horas, hoy y todos los días, para estar, al menos un ratito, todos UNIDOS EN LOS APLAUSOS.
