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miércoles, 29 de abril de 2020

CUARENTENA. DÍA 48 "LA ANOMALÍA ANDALUZA-3"


MIÉRCOLES 29 DE ABRIL DE 2020
Hoy antes de amanecer la lumbalgia me ha levantado y he podido ver como se despertaba un día luminoso con un cielo azul y sin ninguna nube; un poco de tareas domésticas y foto al regalo que todos los años me hace mi vecino del sur que deja que algunas flores de su jardín me invadan y adornen el nuestro, como las azucenas de trompeta (Lilium longiflorum). Las máquinas de los obreros de la construcción hoy están más ruidosas, así que me pondré un poco de música amortiguadora.

Si el dato de LETALIDAD  de Andalucía es  mejor que el de Madrid, convendría ver como se distribuye entre las ocho provincias porque son muy diferentes. Disponemos de los datos provincializados desde el principio; por cierto, la información facilitada por la Junta está siendo puntual e incluso bien presentada. Me ha gustado especialmente el mapa interactivo regional elaborado por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía con los datos del seguimiento que realiza la Consejería de Salud (y Familias)  donde puede verse el número de contagiados y fallecidos, municipio a municipio.

La mortalidad media por millón de habitantes en la región, atribuible a la pandemia, era hasta el 25 de abril de 136,11 muertos/millón, pero su distribución por provincias  es  dispar: Almería(64,25), Huelva(76,78) y Cádiz(82,26), tres provincias con mucha costa están muy por debajo de la media; Córdoba(121,48) y Sevilla(121,52) casi con el mismo dato, en el valle del Guadalquivir y con orografía media , un poco por debajo de la media; Málaga(150,42) claramente por encima, pese a ser costera, pero con una orografía más abrupta y sobre todo con un turismo de invierno potente y un gran aeropuerto internacional; finalmente Jaén(244,87) y sobre todo Granada(254,64), muy por encima de la media, con orografía abrupta y temperaturas medias más bajas.
Los datos apoyan mi impresión de que la temperatura más templada ha debido ser un freno a la expansión del covip-19, coincidente con los resultados de las islas españolas e italianas o el caso de Murcia o Melilla, pero que la diferente mortalidad haya sido tan acusada no puede ser atribuida solo a esta o a otras causas de carácter geográfico o social, sino  por un lado al AZAR de haber tenido casos importados antes como Sevilla, Almería, Málaga o Jaén o que algo debe haber influido la diversa respuesta sanitaria en cada lugar y para ello vamos a ver las diferencias en el índice de LETALIDAD, el que relaciona el número de  fallecidos con  el de contagiados.

Si la LETALIDAD media andaluza de  fallecidos/contagiados (confirmados tanto por PCR como con test rápidos, pues no se facilita el dato separado por provincias) fue del 8,79%, es muy curioso que el mejor dato sea el de Córdoba(6,77%), seguido por Málaga(8,13%), Cádiz(8,20%), Almería(8,73%), Sevilla(9,21%), Granada(9,31%), Huelva(9,59%) y Jaén(10,87%). Cuatro provincias por encima de la media y otras cuatro por debajo. Como cordobés de nacimiento me alegra el buen dato  de Córdoba pues creo que es la provincia que cuenta con el mejor personal sanitario  y la que está mejor organizada de Andalucía no solo en temas sanitarios, sino en los educativos que conozco un poco más, favorecida por la posición central de la capital y de su hospital Reina Sofía que goza de merecido prestigio y de una buena organización, bien apoyado por dos hospitales comarcales ubicados al  norte y al sur.  Pero con ser esto importante, pienso que la clave no está tanto en la buena organización y capacitación del personal,  que también, sino al hecho de que el primer caso de Córdoba fue el 10 de marzo, casi dos semanas después que en otras  provincias, con temperaturas más altas de lo habitual, a que la expansión fue frenada  en esa fase inicial por  el confinamiento obligado de la población, al excelente trabajo de la asistencia primaria que se ha revelado como clave a mi juicio y que probablemente impidió el colapso de las UCIs de Córdoba.

Acabo la entrada de hoy con la gruesa metedura de pata de Jesús Aguirre que iba de “sobrado” al principio y confundió deseo con realidad, cuando en rueda de prensa afirmó el 1 de febrero: “Tenemos perfectamente articulada toda la estrategia si hay primeros casos, tenemos los sitios donde irían los aislamientos, el estocaje: mascarillas, guantes, todo preparado que, ojalá, no lo tengamos que utilizar. Todo el sistema sanitario andaluz está perfectamente engrasado para lo que pueda venir”, y siendo esta su responsabilidad porque tenía la competencia, el dinero y un eficaz equipo de compras en el SAS, no lo había hecho y por tanto mintió y dejó a los sanitarios inermes frente al contagio con la única defensa de su profesionalidad y entrega y de eso es responsable y también de  que cuando su personal desbordado le reclamaba ese equipamiento, el gobierno andaluz cínicamente y sin ningún pudor acusaba  al gobierno nacional de esa falta, cuando el Ministerio de Sanidad   entra en liza el 14 de marzo para ayudar a las comunidades autónomas, pero no para sustituirlo en algo tan elemental como la compra de los equipos de protección. Les faltó la lealtad institucional y visión de Estado que le sobra al gobierno de España  en la gestión de la pandemia y especialmente al ministro Illa de cuya boca no ha salido ni una queja contra esta actitud.
Gracias, amigos. Mañana última entrega, creo.