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viernes, 7 de abril de 2023

LLUEVE EN FLORENCIA

 















Un nuevo "flecha roja" nos trajo ayer en hora y media y con solo 7 minutos de retraso. En su descargo hay que decir que de la estación Termini de Roma salían cuarenta trenes a la hora, los mismos que entraban en los 28 andenes que vi, es decir ochenta por hora con el movimiento de miles de pasajeros con sus maletas y sin darle mucha importancia, pues en Italia todo parece funcionar de forma improvisada. Nuestro tren había salido de Nápoles, entraba y salia en Roma, entraba y salía de Florencia para pasar por Bolonia y Padua y acabar en Venecia en solo 5 horas y media. Tras pagar un euro en la estación por orinar que es lo normal en Roma y aquí, llegamos andando al hotel que está cerca de todo, en realidad Florencia no es mucho más grande que Córdoba y aunque en estas fechas en las calles no caben muchos más turistas, resulta grato pasear y a ello nos aplicamos durante dos horas hasta que se hizo de noche. 

Fue solo andar y ver desde la estación al Duomo, Plaza de la Señoría con sus estatuas, luego al Ponte Vecchio hasta el Palazzo Pitti. Al volver disfrutamos del color del atardecer junto a la estatua de Cellini en medio del Vecchio sobre el Arno.

El conjunto del Duomo con catedral, campanille y baptisterio impresionan por su tamaño y colorido y de hecho cuando hoy hemos entrado tras una hora de cola, decepciona un poco pese al inmenso tamaño que sabes que tiene, nada que ver con San Pedro, ni con el Pantheon.

Ayer la cena también tenía pizza, pero el protagonista era una chuleta de ternera, verdaderamente en su punto, compartida con mi nieto que comió con apetito pese a que antes se había zampado el helado más caro del viaje , 8€ una tarrina mediana. En el paseo de vuelta músicos callejeros muy buenos que te hacían detener, y como de la iglesia de San Carlo dei Lombardi salía una bonita canción entramos a sentarnos, era un grupo de tres parejas con una guitarra delante de un sagrario flanqueado por una pareja, hombre y mujer, uniformada con capa verde y boina que hacían guardia pues era una ceremonia de adoración eucarística . Notamos revuelo en la vía dei Calzaiuoli(zapateros) y salimos dejando entrar a un grupo ordenado de unos cien hermanas y hermanos de la Cofradía de la Misericordia ( fundada en 1244), que con su estandarte al frente se incorporaban a la adoración. Fue salir y oír música en la plaza de la República al lado de un bonito tiovivo, era un charlot que hacía aplaudir y reír a mucho público. Agotados pero satisfechos dormimos profundamente.

Hoy hemos salido tarde y a las once nos incorporamos a la cola espontánea que rodeaba la catedral para entrar a la misma, dió tiempo a mirar y ser vistos, hasta me han hecho una entrevista en italiano para la TV7, y charlar con los vecinos, sobre todo mi nieto que en inglés lo hacía con una pareja hindú residente en Dubái, y además nos traducía a los demás, fue un momento de profundo orgullo que sumar a que se me ha hecho imprescindible para guiarme, pues lo hace mejor que yo que voy perdiendo facultades. Todo está en la calle y nos hemos detenido sentados en la Logia dei Lanzi entre tantas estatuas y entrado en el Palazzo Vecchio y de allí al puente de la Santa Trinitá para ver el Arno y el Ponte Vecchio desde el oeste. Hemos almorzado pizzas al corte en el número 21 de la plaza de nuestro nombre en frente del baptisterio, son muy ricas y sin bullas sentados en su sótano. Tras saludar al jabalí de la Fontana del Porcellino, sacié mi curiosidad acercándome a Santa María Novela a la que no se podía entrar pues había un Vía Crucis y tuve que echar mano de " permesso di pregare" que bien vestido franquea todas las iglesias. Luego se ha puesto a llover y nos hemos subido a una sala de la quinta planta con vistas sobre los tejados de esta ciudad que ya cobra 6€ por turista y noche, que digo yoque podrían incluir el derecho de pis, pues lo que es papeleras escasean.