Sí, ayer con la dimisión de
José Manuel Pérez Tornero de la presidencia de RTVE, se confirmó que creer que en la España actual
era posible articular un proceso consensuado entre los partidos políticos para
que los españoles tuviéramos la Radiotelevisión pública fuerte e independiente que
necesitamos, era una utopía y por tanto algo irrealizable. Los que conocemos
algo del mundo mediático, sabíamos de la enormidad de la tarea, prácticamente
imposible, de transformar nuestra vieja y cansada nave de la RTVE en la
radiotelevisión que necesitamos los ciudadanos, con información independiente,
educativa y cultural y con entretenimiento para todos los públicos, todo ello
imprescindible para compensar, si quiera parcialmente, desde lo público el masivo y disparatado entorno mediático
privado en el que vivimos y proteger algo nuestra siempre frágil democracia. Sí,
a finales de febrero de 2021, fui un ingenuo
al creer que esta utopía era
posible, porque si los políticos se habían puesto de acuerdo, al fin, y al timón iba a estar al profesor Pérez
Tornero es porque esta vez iban a tomárselo en serio, conocían su proyecto e
iban a dotarlo de los medios necesarios.
Paco Lobatón, sin sombra de
resentimiento pese a no haber sido elegido para formar parte del Consejo de la
RTVE, reconocía, en un artículo publicado el 1 de marzo de 2021 en La Voz del
Sur, ”el grandísimo acierto de que en el juego de carambolas de la negociación
entre los partidos, la presidencia fuera para Tornero”, del que fue alumno de
Semiótica, y añadía que “Es probable que la semiótica le ayude a relativizar
los discursos de alguno de los consejeros emisarios con los que tendrá que
bregar, pero es seguro que sabrá embridarlos con su talante sereno y un punto oriental, y con su indudable
capacidad para construir discursos incluyentes y proyectos, que trasciendan las
minucias partidistas y empiecen a tener la hechura de estrategia, así lo
evidenció de manera elocuente su comparecencia en la Comisión del Congreso” y
terminaba el artículo diciendo: ”Es una utopía necesaria aspirar a una RTVE
revitalizada, capaz de ser el necesario contrapunto frente a la opulenta oferta
de las privadas y de las plataformas de pago. Una RTVE que emerja como sólido
referente en contenidos de calidad y credibilidad informativa, en un panorama audiovisual
más competitivo que nunca y como nunca mercantilizado”.
Si alguien era capaz de esa tarea titánica era el profesor Pérez
Tornero , un académico bien formado y comprometido con la Educomunicación , que
goza de un prestigio internacional en su materia apabullante, progresista independiente y con
una capacidad de escuchar y consensuar que siempre me han parecido
insuperables. Lo he visto en congresos y reuniones, sentado al final de
sesiones masivas con vivas discusiones anotando cosas y sin decir nada y cuando al final la mesa parecía incapaz de
llegar a conclusiones operativas, levantarse y sin ninguna altivez hacer una
propuesta sensata que era aceptada por todos. Si, es verdad que lo considero mi
maestro, porque de él he aprendido mucho, pero también porque cuando lo he
necesitado para alguno de mis proyectos profesionales ha estado conmigo y me ha
ayudado de forma discreta y desinteresada, como cuando trataba de armar un
proyecto de programa educativo para Canal Sur como el Club de las Ideas, cuyo nombre fue
idea suya.