Powered By Blogger

sábado, 29 de agosto de 2020

NEONORMALIDAD Nº 15 “LOS NIÑOS ESTARÁN MÁS SEGUROS EN EL COLE”.

 

Los niños estarán, como media, mucho más seguros en los colegios supervisados por sus profesores que fuera de ellos bajo el control de sus padres o familiares, ese es mi criterio personal y profesional tras leer todos los estudios publicados y mi experiencia.  En el anterior artículo traté responder a la pregunta clave  que se hacen hoy muchos padres responsables:  ¿qué hacer con los niños en este inicio de curso, aparentemente tan confuso?,  pero hoy soy aún más concreto y la respuesta  es sencilla: lleven a sus niños al colegio, sigan las instrucciones que les dé el equipo directivo del centro que saben perfectamente que es lo que hay que hacer, y sobre todo no corran riesgo de contagio ustedes ni los niños cuando estén con ustedes fuera del colegio.

Si como padres hemos confiado en  un periodo “normal” en un centro educativo, ¿porqué no seguir confiando en el mismo equipo? cuando además su propia seguridad depende de que adopten las medidas adecuadas y que básicamente son conocidas por todos: limpieza, distancia social, higiene y sobre todo mucha aireación. O ¿es que creemos que nosotros hemos cuidado a nuestros niños con más esmero?.

Todos hemos sido sometidos a una presión inhumana para asustarnos con la vuelta al cole. Demasiados periodistas venales y políticos irresponsables han afirmado que no había nada previsto, cuando había planes e instrucciones desde hace al menos dos meses y que no había coordinación, cuando desde el principio de la pandemia el ministerio y las consejerías de  Salud de las comunidades autónomas se reúnen formalmente cada semana y tienen un mecanismo de coordinación continuo y el ministerio  y las consejerías de Educación lo mismo. Los boletines oficiales han publicado los acuerdos de esas reuniones y las recomendaciones e instrucciones generales y las específicas en estos meses veraniegos, pero entonces ¿porqué nos asustan?, yo creo que algunos por inconsciencia, otros por trivialidad o banalidad que han demostrado al apoyar sus críticas en mentiras que fácilmente hubieran despejado leyendo y finalmente otros malvados como parte de la estrategia para derribar al gobierno que se ha fundamentado en la creencia de que una mayoría social que se siente mal porque no han tomado en su vida ordinaria este verano todas las precauciones posibles y lo saben, necesitan un chivo expiatorio para su falta y lo han encontrado en el gobierno.

Quiere eso decir que todo está bien, para nada, hay muchos defectos en todo lo que se hace, entre otras cosas porque no hay una solución mágica universal que nos dé unas garantías imposibles y que desde luego la mayoría no hemos exigido  a la hora de divertirnos usando nuestra libertad este verano, aunque ello haya provocado casi todos los contagios.

Nada tiene que ver lo que se puede hacer en un pequeño centro de preescolar donde el  contacto físico de todos con todos es inevitable, con el orden y distanciamiento que se puede mantener con escolares de más de 12 años acostumbrados ya a llevar mascarillas. No es lo mismo la dificultad que tendrán para organizar todo en los grandes centros concertados, incluso de más de mil alumnos con comedor, aula matinal, prolongación, clases y actividades extras y con un complejo sistema de transporte en autobuses porque recogen alumnos muy alejados, con lo que harán los dos profesores y 16 alumnos de la sección del colegio rural “La Tiñosa “ en la deliciosa aldea de Zagrilla en Priego de Córdoba. Por eso es necesario que los planes sean adaptados en cada centro a su realidad  y es de estúpidos pedir que haya un mando único dirigido por el gobierno, salvo que quien lo diga sea un malvado.

Por si alguien no se fía de mi criterio, termino con algunas conclusiones del informe elaborado por el European Center for Disease prevention and Control(ECDC), radicado en Estocolmo y publicado el 6 de agosto para asesorar oficialmente a las autoridades europeas, pidiendo disculpas por los fallos en la traducción:

- Los únicos países de la UE / EEE (Suecia e Islandia) que mantuvieron abiertos los preescolares o las escuelas primarias con medidas de mitigación (por ejemplo, higiene de manos, distanciamiento físico, quedarse en casa cuando estaban enfermos, etc.) durante su epidemia no informaron de un mayor número de casos hospitalizados entre los niños, a pesar de que el brote general fue severo y prolongado en Suecia.                                                                   

-Es poco probable que el cierre de instituciones educativas y de cuidado infantil sea una medida de control eficaz para la transmisión comunitaria de COVID-19 y es poco probable que dichos cierres proporcionen una protección adicional significativa para la salud de los niños, la mayoría de los cuales desarrollan una forma muy leve de COVID-19, si la hubiera.

- La evidencia que existe sugiere que la transmisión dentro de las escuelas ha sido poco común  y si se aplican medidas adecuadas de distanciamiento físico e higiene, es poco probable que las escuelas sean entornos de propagación más efectivos que otros entornos ocupacionales o de ocio con densidades similares de personas.

-Las medidas específicas en las escuelas para aumentar el distanciamiento físico, mejorar la ventilación y la limpieza, las instalaciones para lavarse las manos y la provisión de protección personal, probablemente reducirán la posible transmisión de COVID-19 en las escuelas y además serán útiles para mitigar el impacto de otras infecciones respiratorias a medida que se acerque la temporada de otoño e invierno, reduciendo así la presión sobre las escuelas y la atención médica.

Para terminar, además de pedir que haya mucha ventilación en las aulas y mucho tiempo al aire libre, es necesario recordar que queda mucho trabajo por hacer y que efectivamente esto sí  podía haberse hecho ya, como por ejemplo la necesaria regulación de la conciliación laboral para permitir a los padres quedarse en sus casas a cuidar de sus hijos si enferman o tienen que aislarse, sin tener que acudir  a la ayuda de los abuelos que seguramente no sea lo mas conveniente con este virus.

La foto es  una metáfora de que a veces los caminos rectos son difíciles de transitar y la hizo  a principios de este mes mi amigo Santiago Torres en el exterior del convento del Desierto de San José en Las Batuecas.