Esta mañana mi hermana está mejor y sobre todo ella se siente mejor, así que toda la familia está contenta y positiva, por eso hoy voy a dedicar mis palabras a la inmensa mayoría de mis congéneres que prestan su COLABORACIÓN para que todo salga bien.
Ya sé que hay una mínima minoría que no lo hace y como es muy ruidosa y estridente resulta muy conspicua y opaca a la inmensa mayoría que es silenciosa,
La mayoría nos afanamos es hacer bien lo que tenemos que hacer en esta crisis, pero lo hacemos con mal cuerpo porque tenemos que soportar a una ínfima minoría que se empeña no sólo en no colaborar en el esfuerzo común, sino que con gran fruición se dedican a perjudicar, lesionar, dañar , obstruir, destruir, minar o quebrantar el espíritu de COLABORACIÓN que tenemos y necesitamos.
Para lo mayores como yo es muy fácil saber lo que tenemos que hacer, se trata de estar confinados en nuestro domicilio y actuar responsablemente para no ponernos enfermos de nuestros múltiples achaques y así el Sistema de Salud y los exhaustos sanitarios y colaboradores puedan atender a los que van cayendo enfermos infectados por el virus.
Para el personal sanitario y auxiliar; para los policías, militares y vigilantes; para los que se dedican a trabajar produciendo los alimentos y otras cosas que necesitamos y en distribuirlos en tiendas, farmacias e incluso en nuestros domicilios; para los informáticos, electricistas, fontaneros y todo tipo de operarios que tienen que hacer su trabajo sin el que ya no sabemos vivir, etc...,la vida es bastante más difícil y lo hacen todo hasta con alegría, sabiendo el riesgo que corren.
Para los padres que conviven con sus hijos y más si son pequeños, la vida es muy complicada tras casi un mes de confinamiento, preocupados por la continuidad en sus trabajos, teletrabajando y ayudando a estudiar a sus hijos encerrados sin poder desfogar salvo en sus tablet con los videojuegos, benditos ahora, y para colmo teniendo que atender a sus padres para que por Dios no vayan a salir.
Mientras, la minoría se pone a hacer ejercicio en la calle, saca a pasear a sus perros sin descanso, sale a comprar continuamente, monta fiestas, se va a su segunda residencia a la playa o vomita sus rebuznos llenos de mala leche en las redes sociales que amistosos compartimos con ellos. Lo peor es que algunos se creen que así son unos patriotas porque los mensajes que difunden se los han pasado desde la maquinaria de desinformación que tiene a sueldo la derecha política española y se sabe porque a veces no son cuidadosos y al final mantienen un mensaje que ellos debían de haber quitado: "difúndelo en tu grupo de trabajo", están tan convencidos de la bondad de su causa que ni siquiera se dan cuenta que tras cada uno de sus mensajes sigue un atronador silencio porque no hay comentarios de nadie. A todos ellos les pido que comprendan que el poder no se consigue legítimamente así, aunque ya sé que también a veces desde alguna izquierda "se aprovechen de los trenes baratos", como los llamamientos a caceroladas contra la monarquía, pero eso no los legitima, pues claro que "en todas partes cuecen habas" , pero yo esperaba otra cosa de los que se proclaman "personas de orden".
Hay otra manera de ser de leal y de derechas en estas crisis y valga como ejemplo la elegante intervención( que yo he traducido, pero que oído de su voz tiene mucha más fuerza), del líder de la derecha portuguesa ( su partido el PSD forma parte del Partido Popular Europeo) , hoy en la oposición , el senhor dr, Rui Rio : "Para mí en este combate, este no es el gobierno de un partido adversario, es el gobierno de Portugal al que todos debemos ayudar en este momento. En el combate contra esta calamidad el PSD no es oposición, es COLABORACIÓN. En este momento todos tenemos que ser soldados con disponibilidad para ayudar a Portugal a vencer con el menor número posible de bajas. Señor primer ministro, cuente con la COLABORACIÓN del PSD. Ayudaremos en todo lo que podamos. Le deseamos coraje, nervios de acero y mucha suerte, porque su suerte es nuestra suerte".
"¡Ay Portugal!¿porque te quiero tanto?", cantaba la estudiantina y yo repito con envidia.
La foto la hice en la Antilla a unos flamencos que volvían de Portugal el 18 de mayo de 2018.
