LUNES 11 DE MAYO DE 2020
Hoy, como tenía la ilusión de ir de excursión al amanecer, se me han pegado las sábanas, y me he despertado casi a las ocho, total que no hemos salido hasta bien pasadas las nueve, pertrechados de prismáticos, cámara y guía; también barbijo y guantes por si nos parábamos a comprar algo. Barbijo es la manera que tienen los argentinos de llamar a la mascarilla que usamos para designar el trozo de tela con el que nos cubrimos la nariz y la boca por higiene, Me gusta mucho más porque es más preciso y solo se usa para denominar eso y sin embargo hemos preferido usar una palabra polisémica y más larga, cosas del duende del idioma.
Decidí hacer el camino largo para dar un repaso a casi todas las zonas del paraje natural del Brazo del Este, que no visitamos desde hace cuatro meses, así que primero nos dirigimos hacia el suroeste hasta el Polígono de la Isla, la carretera estaba rebosante de actividad y con un tráfico no saturado, dejamos a la derecha una laguna artificial que con los nietos bautizamos como de "los cormoranes", pues cuando la descubrimos había varias de esas aves que son muy conspicuas, pero hoy no había ninguna , luego atravesamos por encima la autopista de Cádiz que llevaba mucho tráfico y vimos a la derecha el inmenso centro logístico de Amazon que ya mismo será inaugurado.
Ya en el polígono, que tenía mucha actividad, tomamos hacia el Sur siguiendo la señal que indica "Brazo del Este 11 km", tras la urbanización La Hermandad y dejando a la derecha el cruce que atravesando el Guadalquivir en barca lleva a Coria del Río, por el camino se veía el inicio de la siembra de patatas en una gran extensión de terreno bien preparado y en un barbacho estaban tres busardos ratoneros (Buteo buteo) posados "al tres bolillo" como esperando que salieran topillos para cazarlos, porque no creo que estuvieran charlando.
Atravesamos unos olivares y llegamos hasta la Desmotadora de Algodón que se veía con movimiento, para coger el camino que sale a la derecha y que pasa por otros olivares, algunos pinos, campos inundables y una "alameda" de eucaliptos, con los nidos de cigüeñas de siempre y un espectacular milano negro (Milvus migrans) vigilante en las alturas pese al vendaval que hacía.
Más adelante, teníamos a la derecha el cauce del Guadaira lleno de agua por la marea alta y un poco después, a la izquierda, nuestra primera parada, donde hice la foto en el mismo lugar que la de la entrada de ayer pero 3 años después, destacaba un gran grupo de flamencos(Phoenicopterus ruber) que me molesté en contar y eran 127 individuos y la mayoría jóvenes, además de cigüeñelas, espátulas, ánades,... e incluso tejedores cabecinegros (Ploceus melanocephalus)... variedad y cantidad que no me esperaba. Es uno de los sitios que más me gusta estéticamente, aunque las aves quedan un poco lejos para mi cámara, una sencilla Sony DSC-HX400V.
Empezó a llover y ya sin bajar del coche continuamos el recorrido, viendo a trabajadores con máquinas, arando, arreglando esplanadas y caminos, limpiando canales y drenajes, y así hasta el muro de defensa que atraviesa los grandes espacios encharcados del Brazo del Este, que bullían de aves, como casi siempre, y destacaban los abundantes flamencos, cigüeñelas, ánades, avocetas, garcillas, garcetas, espátulas, cigüeñas, moritos. cormoranes, fochas y calamones, estos últimos muy abundantes y pastando por los barbechos. Nos resultó muy curioso el gran número de jóvenes canasteras (Glareola pratincola) que se veían haciendo la maniobra de evasión "animal herido" signo de que han anidado en los barbechos cercanos a las charcas. Las canasteras vienen todos los años en primavera para criar y a mediados de verano se marchan a sus cuarteles de invierno en África y nunca se juntan con las avefrías (Vanellus vanellus) que vienen a los mismos sitios a pasar el invierno y en marzo se van para Holanda y el norte de Europa a criar volviendo para indicar el principio del otoño.
En Cotemsa (cooperativa arrocera) tomamos el camino que va a Pinzón y luego a Chapatales para conectar con la N-IV en Los Palacios y de ahí de vuelta a casa , haciendo una parada en la tienda Horticampo que hay en la cooperativa agricola Frupal en el km 564,1. Lola se ha quedado fumando y yo, embozado y con guantes, no había ningún cliente, he comprado desde manzanilla de Sanlúcar y aceite sin filtrar de Montellano, hasta frutas y verduras de los Palacios incluyendo una caja de espárragos que hemos almorzado debidamente esparragados, valga la redundancia.
En total han sido 82 kilómetros y tres horas de excursión por culpa de la lluvia. Si alguno quiere ver aves y no se orienta muy bien, es muy fácil desde Dos Hermanas, pues se toma la N-IV dirección Cádiz y una vez pasas el pK 568, tomas la primera salida dirección Pinzón y todo para delante hasta que se acaba la carretera frente a Cotemsa y luego a la derecha está el muro que es el mejor observatorio de aves que conozco y CON NADIE.
Esta y otras excursiones como esta serán las cosas que haremos mientras estemos en fase 1 ó 2, no nos arriesgaremos a ir a sitios concurridos donde es imposible guardar las distancias y más después de haber oído a Carmen Calvo que me confirma lo mal que se pasa, aunque se salga como ella o como mi primo Pepe Cuesta Casado que es de mi edad y que ha pasado 56 días hospitalizado de los que 24 en UCI . En fin, vista al frente y optimismo cauteloso.
