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domingo, 18 de mayo de 2025

TENERIFE 6: PARQUE RURAL DE ANAGA

 








Hoy 18 amaneció nublado y lloviendo, tras desayunar dudábamos entre quedarnos en el hotel en Puerto de la Cruz o acercarnos a La Orotava, cuando pensamos en acercarnos a las cumbres que veíamos ayer al norte de Tenerife, total, si nos íbamos a mojar  que mejor sitio que uno que siempre está húmedo, se trata del Parque Rural de Anaga.
En menos de 25 minutos por la TF-5, estábamos en La Laguna, seguía lloviendo, donde por la TF-13 en 5 minutos estábamos en Las Mercedes, de allí comenzamos a subir por la TF-12 hasta el centro de interpretación del Parque a unos 5 km, ocupando la última plaza del aparcamiento. Había muchos visitantes lo que no impidió ver un pinzón azul de Tenerife ( Fringilla teydea) que supongo andaría buscando comida humana. 
 En ese punto ya no se sabe si llueve de las nubes o de las plantas. Oímos a un señor explicar a unos amigos y pegamos el oído, era David un joven canario nieto de un cordobés de Villanueva de Córdoba que nos ilustró sobre el lugar y sobre recuerdos de su infancia con los lagartos tizón que alimentaban en su casa con tomates.  
El Parque es una laurisilva de cumbres, llena de caminos señalados para hacer a pie, pero con demasiada gente , así que seguimos por la TF-12  despacio, pero no por el tráfico que a partir de ese punto era escaso, sino sobrecogidos por la niebla, las gotas y la espesura, parando en algunos sitios, visitando miradores desde donde no se veía nada, metidos entre las nubes. 10 km adelante la carretera se estrecha y comienza a descender y a variar la vegetación, apareciendo los sabinales. En la carretera hay pequeños  ensanches , como en las tierras altas de Escocia, para facilitar el cruce. En una curva apareció un monstruo verde que subía rápido, era la guagua que paró en el acto, el conductor miró desde su altura y con inmensa sabiduría me indicó que me quedara quieto pues yo estaba  todo lo pegado  que se podía estar al borde del quitamiedos, él retrocedió unos metros cuesta abajo en curva,  maniobró y pasó rápido pero pudo oír el gracias que le dije. El descenso  es de unos 15 km, espectaculares hasta San Andrés, casi al final dominan los cardonales y  sinceramente no paras de parar.
 La sensación de estar en la Laurisilva me recordó  a la subida por los canutos(valles profundos y estrechos) del río Guadalmesí  empezando desde el Hotel-Mesón Sancho en la N-340 entre Algeciras y Tarifa incluso por la profusión de líquenes ( Usnea barbata), aquí mucho más barbados.
Lo que comenzó como un itinerario sustituto, tras casi tres horas de placer será difícil de superar. Ya solo nos quedaba regresar y tomar unas cervezas del "todo incluido", que tras aprender a tirarlas nos salen perfectas.