Powered By Blogger

jueves, 17 de septiembre de 2015

YO CONFÍO EN EL SENY DE LOS CATALANES, PERO...MI DINERO NO



Acabo de retirar mi dinero de LA CAIXA...cautelarmente, pues aunque  yo tengo confianza en el sentido común de la mayoría de los catalanes, mi dinero es muy egoísta y no entiende de sentimientos, si percibe incertidumbre, se asusta y se refugia en sitios más seguros.
LA CAIXA es el líder de banca minorista de España, pero tiene su sede social en Cataluña que está regida por unos líderes políticos que propugnan la independencia unilateral y mi dinero no se fía de que después del 27 de septiembre no hagan un corralito para impedir la fuga de capitales de Cataluña.
Soy cliente de LA CAIXA porque esta caja de ahorros catalana compró a precio de saldo la arruinada CAJASOL de la que yo era cliente y no estoy descontento del trato recibido, pero mi dinero es miedoso y no me deja tranquilo  por más llamadas a la calma que le hago desde un análisis político sosegado. Para tranquilizarme de que no puede ocurrir  lo que es imposible, en mi cabeza se repite incesantemente la frase “ Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible” que se atribuye a mi bisabuelo “Guerrita”, aunque otros dicen que fue de  Talleyrand, quizá el político más hábil que la historia conoce.
Lamentablemente no está Talleyrand al frente de Cataluña y si una clase política que ha usado la mentira para malquistarnos y que para conseguir su sueño de una Cataluña independiente han mentido y falseado la realidad y la historia  de forma machacona hasta que una parte importante de un pueblo sabio los ha creído.
Tengo algunos amigos catalanes que desean la independencia y sé que es tontería argumentar contra ella pues nace de un deseo o una creencia. A veces manifiesto argumentos contra las mentiras que se dicen para apoyar sus deseos, pero... ¿quién puede luchar contra un sueño?.
Llevo más de 40 años contribuyendo a la prosperidad de Cataluña, incluso más que muchos catalanes, pues mi renta media personal  duplica la media de Cataluña y por tanto  he pagado más impuestos que la mayoría de los catalanes, muchos de los cuales creen ahora, con el rollo de las balanzas fiscales, que les he robado todos estos años que hemos compartido un mismo régimen fiscal, porque no quieren entender que no pagan los territorios sino las personas conforme a nuestra renta, como debe ser.
Mi primer automóvil fue un SEAT-127 y ahora es un Nissan ambos fabricados en Barcelona, mi dinero ha estado en un banco catalán y siempre he consumido productos de toda España sin preocuparme de su origen, pero ahora sinceramente no sé que voy a seguir haciendo cuando ellos expresen su voluntad política de configurar una nueva España distinta y sobre lo que no puedo pronunciarme porque no voto en estas elecciones aunque su resultado va a definir la España en la que me tocará vivir.
Soy aún muy joven para rendirme, pero por otro lado soy ya viejo  y me da  miedo que su sueño  me quite el mío.  Deseo fervientemente que el “seny” catalán triunfe y que tras el 27S, todos renovemos nuestra voluntad de convivir y estemos de acuerdo en que el diálogo es el único camino para encontrar una solución a lo que solo es un problema de convivencia.