Soy un hombre de suerte, como
saben mis amigos, pero empiezo a estar preocupado porque lo ocurrido en los
últimos tres años creo yo que no es normal y está poniendo a prueba mi
confianza en el futuro.
En 2018 estaba yo tan feliz
con el gobierno de Rajoy que pese a su pasividad no había conseguido romper España, aunque se
esforzó con su deficiente actuación frente al desafío secesionista catalán.
Estaba feliz porque, como estoy jubilado, cuando no gobierna el PSOE me relajo
y como buen conservador que soy para algunas cosas, no me siento en la
obligación de salir en defensa del gobierno, porque la derecha ya tiene su “Brunete”
mediática que se encarga de esa tarea.
En mayo de 2018 con el pretexto de una gotita más en el embalse
de la corrupción en el PP va Pedro Sánchez y plantea
una moción de censura y como tiene baraka, va el tío y la consigue con apoyo de “rojos y separatistas”
sin tener en cuenta que eso no puede ser, que a “los españoles de bien”
no les parece correcto y creo yo que ahí
empezó todo a torcerse.
Como nadie le apoyaba los
presupuestos del gobierno para 2019, el presidente “okupa” va y convoca
elecciones generales para abril y aunque
consigue ser la primera fuerza política nadie lo deja gobernar, “los de bien”
porque tienen mal perder y los otros porque quieren mandar sin ganar y nuestro pobre
presidente “ilegítimo” tiene que volver a convocar elecciones en noviembre
y ¡oh milagro!, ahora si consigue pactar con Unidas Podemos pero con menos escaños de los que tenían en
abril y con la derecha crecida.
Se formó el gobierno “social-comunista”
y así entramos en 2020 con una crispación política que solo la derecha española
sabe crear cuando gana la izquierda y sobre todo cuando creen que el PSOE no es el “PSOE que debería ser”, para lo que
cuentan con la ayuda inestimable de antiguos gobernantes socialistas molestos
por no ser ellos los mandamases. Yo pensando que pronto se calmarían y que
triunfaría el sentido común democrático que se basa en que gobierna el que es
investido con los votos necesarios y los demás a construir España desde la leal
oposición, pero que va, tuvo que entrar
el virus chino para que pudiéramos comprobar que todo puede empeorar aunque las
cosas estén muy mal.
Claro que el gobierno “asesino”
no fue capaz de impedir la pandemia como era su obligación, pero se ve que la
suerte no abandona a los osados porque se consigue controlar tanto la
enfermedad como las consecuencias económicas, claro que con la promesa de ayuda
europea y sobre todo con las vacunas que
comienzan a inyectarse a finales de 2020.
Los españoles recuperamos la esperanza en el futuro, pero como la alegría dura poco en la casa de los pobres,
el 2021 se inició con la rebelión de
Trump y con la enorme tormenta Filomena
que heló media España, sin que el
gobierno “incompetente” consiguiera acabar con ella, con lo fácil que es,
según la leal oposición.
Los españoles se vacunan
masivamente, como en pocos países, y
mientras el gobierno pierde el tiempo completando
una estrategia para que se elaboren planes
de emergencia en las zonas donde pueda haber un maremoto. Yo me puse muy
contento porque es algo que veo muy necesario, sobre todo desde que paso casi
todo el año en la Antilla que es una zona residencial que sería arrasada por la
ola si hubiera un nuevo terremoto como el de Lisboa de hace 250 años, pero que
va, “la Brunete” se lo tomó a chascarrillo y todos sus venales comentaristas en
tromba escribieron artículos indignos e impropios de personas informadas, porque es obligación del gobierno prevenir
este tipo de desastres.
En pleno verano incendios con
una virulencia inusitada sin duda también culpa del gobierno y teniendo que
salir de Afganistán a la prisa corriendo, pero de nuevo Pedro Sánchez consigue
salir airoso, pero está claro que no te
puedes confiar y llegó el 20 de septiembre y estalló un volcán en la isla de la
Palma que ahí sigue escupiendo lava, mientras en la península la Dana desborda ríos
y anega ciudades, pues parece que lo del cambio climático va en serio.
En serio ¿no es para estar
preocupado?, ¿Qué más puede pasar?... Yo de momento después de la inundación que ya
he sufrido me preparo para el MAREMOTO, que si se le ocurre venir ahora, será
de los grandes para estar a tono.