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Este lunes 28 de abril he pasado un buen día. Por
la mañana fuimos de excursión a Portugal y al regresar aproximadamente a
las 13 horas nos enteramos de que había un apagón generalizado en España y
Portugal, que había ocurrido a las 12.33 mientras estábamos en el coche.
Al principio se podía hablar por teléfono y usar el WhatsApp, gracias a ellos
supimos como se encontraban algunos familiares y amigos, los más activos en los
chats, pero cuando quisimos enterarnos de como estaban concretamente nuestros
hijos y nietos ya no fue posible, luego corté la entrada de electricidad para
evitar la rotura de mis electrodomésticos si al volver el suministro
había sobretensión.
Como estamos jubilados y no tenemos
responsabilidades laborales nos organizamos para comer y entretenernos sin
tener electricidad ni comunicaciones, como cuando era pequeño y nos íbamos al
campo de vacaciones en casas donde no había electricidad, es verdad que
entonces guisaban con leña y carbón y ahora por comodidad todo funciona con
electricidad. La comida prevista era un trozo de pizza que había hecho el día
anterior y una ensaladilla rusa que había hecho Lola, el primer plato lo
calentamos en la terraza con la ayuda del sol y lo segundo se come frío.
Cuando trabajaba oía mucho la radio por la mañana
en el baño y en el coche camino del trabajo, pero ahora prefiero leer para
estar informado, afortunadamente conservo un pequeño transistor que me regaló
el banco unas navidades de hace más de 35 años, es una chicharrilla que
funciona con dos pilas pequeñas(AAA), las mismas que usan los mandos a
distancia. Le puse pilas y a buscar emisoras, como vivo en La Antilla(Lepe)
solo captaba bien tres de Canal Sur Radio que emitían un excelente programa
informativo en directo, con las conexiones que podían hacer, difícil trabajo
que los periodistas hacían con soltura y sin alarmismos. Luego encontré también
una de Radio Nacional de España y al final de la tarde encontré Onda Cero de
Huelva. Canal Sur no falló pues además de los grupos electrógenos de su centro
emisor , su red propia de antenas también los tienen y habían entrado
automáticamente en funcionamiento, seguro que sus técnicos se prepararon
para reponer el combustible si fuera necesario en los cerros
aislados donde estas antenas se encuentran, que no es fácil.
En estas circunstancias se comprueba que sin
electricidad se puede funcionar, así lo hacíamos cuando era pequeño y lo
pasábamos divinamente, incluso sin casi comunicarnos con los lejanos pues
entonces se hablaba mucho más en persona con los cercanos, pero pienso que sin
la información que nos daba Canal Sur quizá nos hubiéramos sentido muy
solos. A eso de las siete de la tarde mientras paseábamos por la playa
para ver las obras del espigón, noté que podía llamar por teléfono y hablamos
con mi hijo que era el único que nos inquietaba pues vive en una casa con
ascensor, afortunadamente estaba bien haciendo tareas con su hijo, Al poco se
cortó la comunicación pero ya estábamos tranquilos y confiábamos que la
electricidad estaba a punto de volver porque ya era así en muchos sitios, pero
se hizo de noche y no volvía, una preciosa noche sin luna y cuajada de
estrellas que lucían sin la competencia del exceso de luz nocturna en el que
vivimos.
Tenemos velas siempre, pues las usamos para
quitar el olor del tabaco, y con esa tenue iluminación, la compañía de los
periodistas de Canal Sur y la lectura en nuestros libros electrónicos
pasamos el resto de la velada y nos acostamos. Preocupado por el contenido del
congelador, que estaba lleno, conecté de nuevo la electricidad y
desenchufé minuciosamente todos los aparatos, salvo la luz del dormitorio y
gracias a ello me desperté en cuanto se restauró el suministro a las 2:15, bajé
a ver el viejo frigorífico y su congelador tras 14 horas estaba todavía a
-5ºC, y nada se había estropeado , no arrancaba el compresor y tras
apagarlo y encenderlo ronroneó, todo fue volviendo a la normalidad.
Si hubiera estado de viaje en tren o avión,
si tuviera un negocio, claro que mi preocupación hubiera sido más grave y lo
hubiera pasado mal como muchas personas, pero estar unas horas sin televisión,
ni redes ha sido una maravilla. Seamos sensatos, miles de millones de personas
en el mundo viven sin electricidad, incluso sin agua potable. En mi municipio
convivimos con cientos de inmigrantes que viven en esas condiciones a
diario, pese a ser imprescindibles para la economía y nuestra prosperidad.
Los servicios públicos han funcionado muy bien:
hospitales, centros de salud, policía, UME, guardia civil, bomberos,
residencias, colegios, etc, gracias al trabajo bien hecho de sus funcionarios y
empleados que estaban preparados para esta contingencia y han dado la talla
como siempre, Nuestros gobernantes creo que también han estado a la
altura de las circunstancias, no como Mazón en Valencia, especialmente
Pedro Sánchez con sus comparecencias, pero me consta que muchos alcaldes
también han hecho lo que tenían que hacer en sus localidades, tomando el
control de todos los recursos de protección civil para que no faltara nada
necesario a los más vulnerables.
Los que quizá no estábamos preparados éramos los
ciudadanos, pero manteniendo la calma y el buen humor no hemos agravado
la crisis y pienso que ha sido fundamental que internet haya dejado de
funcionar, pues de esa forma no ha habido posibilidad de la difusión masiva de
bulos que podrían haber causado el caos, y para futuras crisis recomiendo
al gobierno que, por si acaso, corte internet hasta que no tenga el control de
la situación. Pienso que debería haber una emisora de radio oficial de
referencia bien preparada para emergencias, como en Andalucía ha sido Canal Sur
desde primera hora, para ser el vehículo informativo que necesitamos, donde
periodistas serios y responsables nos mantengan informados, nosotros solo
tendríamos que tener un humilde transistor. Pienso que el gobierno debería de
articular un procedimiento especial que garantice la llegada de mensajes
concretos a cada uno en nuestro móvil, según la zona, con instrucciones si
fuera el caso.
Ahora toca saber qué ha pasado y que medidas hay
que tomar para que no vuelva a pasar, a lo que parece puede ser que todo se
deba a la codicia de las empresas eléctricas y a la insuficiencia del
control público de las mismas. Finalmente pienso que no debemos exagerar
nuestro sufrimiento por unas horas sin internet, televisión o electricidad,
solo hemos sufrido unas molestias que han puesto de manifiesto la
vulnerabilidad de nuestro cómodo estilo de vida, pero poco más, en mi caso solo
he necesitado, velas, transistor y libros. Horrible es lo que viven a
diario millones de personas en Ucrania, Gaza y otras zonas de guerra, también
sin electricidad durante años e infinitamente en peores
condiciones, lo que hemos pasado SOLO HA SIDO UN APAGÓN