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miércoles, 23 de octubre de 2013

ESTOY DE ACUERDO CON LO QUE DICE ANTONIO MUÑOZ MOLINA ...PERO NO CON QUE: "NUESTRA EDUCACIÓN ES DESASTROSA"

Hoy El País publica un reportaje de  Jacinto Antón  desde Oviedo, en el que tras entrevistar al autor, supongo, dice que dijo lo siguiente sobre la educación en España:
Para el novelista, “de acuerdo con cualquier criterio que usemos, nuestra educación es desastrosa” y “no podemos tener un modelo productivo distinto si no tenemos un modelo educativo sólido”. Ha criticado los planes para resolver eso como “una comedia vista una y otra vez” y cuyo primer acto es la publicación de datos malos, el segundo el rasgarse las vestiduras, el tercero las preguntas a los políticos y no a los profesores que sufren las consecuencias de todo. “A continuación, los políticos de izquierda culpan al franquismo, y los de derechas a los socialistas. Y seguidamente se hace una ley atolondrada que durará muy poco”. La solución ha dicho, “es preguntar a los que están en la obra, a los docentes, y fijarse en los países en los que la educación funciona mejor; ser pragmáticos y dejarse de ideologías”.
Me parece que está muy atinado  en su análisis de lo que ha pasado  con la política sobre educación y en el principio de la solución que propone, pero por qué tiene que decir lo que he subrayado, cuando podía haber utilizado cualquier otro calificativo más justo para nuestra educación y no el peyorativo "desastroso", sobre todo él que es académico, él sabe, como el excelente escritor que es,  que de algo se puede decir, por ejemplo,  que es  excelente, notable, bueno, regular, malo, muy malo o... desastroso, si consideramos  la tercera acepción que a dicha palabra atribuye el diccionario de María Moliner, y yo pienso que al hacerlo no es justo con ninguno de los datos de los estudios comparativos publicados y menos con la calidad de los profesores españoles y confío que él lo sepa.
A todos los que queremos una educación mejor en España, como él, nos vendría bien que una persona con tanta influencia fuera más mesurado en sus juicios y con menos prejuicios al formularlos, conforme a la segunda acepción que el diccionario de la RAE asigna a prejuicio: "Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal."