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lunes, 6 de marzo de 2023

PARAR LA GUERRA EN UCRANIA



Dag Hammarskjöld, un pacifista convencido y  discreto funcionario sueco,   era secretario general de la ONU desde abril de 1953 en plena guerra fría y le tocó lidiar con el conflicto de Katanga, la provincia más rica de la recién creada República del Congo, que se declaró independiente con la ayuda de occidente, en defensa de los intereses capitalistas mineros que se veían amenazados por la corriente nacionalizadora de los nuevos estados africanos contra los abusos coloniales que pretendían perpetuarse. Comenzó así una sangrienta guerra contra el gobierno legítimo, que Dag intentó parar con todas sus fuerzas viajando cuatro veces a la zona de conflicto hasta que el 18 de septiembre de 1961 murió en accidente de aviación. Hoy sabemos que su avión fue derribado   posiblemente por  “los nuestros” en el contexto de una guerra por delegación en el conflicto capitalismo-comunismo por el dominio del mundo, los africanos ponían los muertos y los poderosos el armamento.  Hoy echo de menos ese coraje de los líderes a favor de la paz en la guerra de Ucrania, una más de las guerras por delegación que sacuden al mundo  desde que las potencias nucleares no pueden enfrentarse directamente. La lista es interminable: Corea, Vietnam, Afganistan, Cuba, Angola, Biafra, Cachemira, Somalia,Yugoslavia, Irak, Sudán, Yemen, Libia, Siria, Sahel,… y continuará creciendo hasta que alguien pulse el botón maldito y no nos quede más opción que despedirnos  de la vida…besándonos el culo.

No soy un pacifista pero creo que todos los conflictos tienen solución de forma pacífica, aunque estén muy enconados, como es el caso. Creo que La OTAN no debió crecer tan rápido tras la caída de la URSS, ni la UE aceptar tan rápido a los países limítrofes con Rusia, que no hacen más que crearnos problemas, ni debimos dejar sin respuesta la invasión rusa de Crimea en 2014 que envalentonó al expansionismo ruso. A la vez defiendo la obligación de la Unión Europea de ayudar a Ucrania a defenderse, pues está claro que la Rusia de Putin quiere reconstruir el área de influencia europea que conquistó tras la derrota nazi y si no queremos luchar mañana contra los tanques rusos en Polonia y los otros países bálticos, no podemos dejar  indefensos a  los ucranianos, hasta que sea posible convencer a Putin de que esta guerra no la va a ganar y se siente a negociar el fin de su ataque a Ucrania, pues aunque es verdad que tiene más bombas atómicas que nadie y mucho petróleo, gas y territorio, ni tiene capacidad industrial suficiente para luchar indefinidamente, ni su ejército es lo que parecía.

Putin y gran parte de los rusos creen que Ucrania  es tan rusa como la península de Kola y que nunca debió  de ser un estado independiente pues es un pueblo hermano, son las cosas que construyen los nacionalistas pero que se aferran profundamente a las mentes hasta que se hace un sentimiento, como  explica muy bien Wang Xuzhen, humilde pescador chino del río Amur,:“una vez hermano pequeño, siempre hermano pequeño”.

Ante la inoperancia de la ONU y el resucitar de los halcones USA y europeos que solo parecen creer en  la derrota militar de Rusia, como si eso fuera posible, sin preocuparles los 19 millones de refugiados ucranianos, los miles de muertos y los terribles daños que la invasión ya ha producido, yo si creo que es la hora de hablar de alto el fuego y en ese sentido apoyo la iniciativa China contenida en el documento publicado por su ministerio de asuntos exteriores el pasado 24 de febrero a las 9 de la mañana, hora de la Unión Europea,   que son las 16 horas en China y que sabemos fue conocida por Rusia el día anterior, por lo que todo indica que no la rechaza. He tenido que buscar un poco para encontrar el texto completo del documento titulado “ Posición de China sobre la solución política de la crisis de Ucrania”, porque los medios occidentales  en vez de informar de ella se han encargado de descalificarla y finalmente la hallé en la web del gobierno chino donde está en chino, ruso, inglés, francés y español. En sus doce puntos resumidos en1.046 palabras se encuentran las claves para parar la guerra con un alto el fuego y el inicio de unas largas conversaciones para llegar a un acuerdo de paz, pues parte de reconocer  el derecho a  la integridad territorial de todos los estados,  el cese de hostilidades inmediato,  reanudar conversaciones, resolver la crisis humanitaria, etc. Claro que no humilla a ninguno de los beligerantes pues se trata de parar la guerra y sentarlos a negociar y desde luego no merece el desprecio de los portavoces norteamericanos y de la OTAN belicistas convencidos y que  siguen afirmando que: “No hemos visto que China envíe armas a Rusia, pero hemos visto síntomas de que considera hacerlo” que me recuerda a la mentira de la armas de destrucción masiva en Irak para justificar la segunda invasión.

Borrell, al que nadie puede acusar de paloma, ha sido prudente al afirmar que contiene elementos interesantes como el no recurso a las armas nucleares, el intercambio de prisioneros o los acuerdos del grano. Veremos si  funciona, pero creo que  China es la única potencia con capacidad de sentar a Rusia  a negociar, pues tiene 4.200 kilómetros de frontera con ella, ahora solo falta que occidente de un paso adelante  y sin dejar de armar a Ucrania dé una oportunidad a la paz.