SÁBADO 30 DE MAYO DE 2020
Ayer pensé dedicar el diario de hoy iba a las parejas de espátulas que en esta época del año se afanan gozosas en aparearse, reforzar las parejas, mejorar sus nidos arbóreos donde la hembra pondrá los huevos que luego empollarán hasta su eclosión, cuando comenzarán a turnarse para alimentar a los pollos hasta que puedan volar y alimentarse de forma autónoma, aunque en esta especie la independencia completa tarda más de tres años. Me puse a buscar fotos en el archivo que tengo indexado parcialmente y sólo me salían 33 fotos de espátulas en las que no encontré las que buscaba, recordé que el 13 de mayo de 2019 habíamos estado en Doñana y que en el recinto de la Estación Biológica fotografié nidos de espátulas por la tarde y efectivamente había una buena serie de la que he seleccionado esta.
Tan feliz estaba yo dedicado a la naturaleza que me he enterado tarde de la noticia de una fiesta en Córdoba, en la que había estado un infectado que no lo sabía y que por tanto ha provocado la cuarentena para todas las personas relacionadas y la lógica alarma en mi provincia natal que hasta ahora ha capeado bien la tempestad pandémica. La cosa no hubiera tenido más importancia, porque era uno más de los casos que vienen sucediendo continuamente en toda la geografía española a consecuencia del fin del confinamiento severo en el que hemos estado estos casi dos meses y medio y pese a que las personas sigan con más o menos rigor las instrucciones del ministerio de Sanidad.
Los periódicos están llenos de este tipo de noticias, pues debe ser que han dedicado a los periodistas ociosos de sus secciones de cultura y deporte a la pandemia, lo que no es de recibo es que todos los medios que he consultado, salvo uno que es ELPLURAL, hayan hecho referencia a una circunstancia de la persona infectada que en nada afecta a la gravedad del caso en lo que sabemos hasta ahora. Es decir es bochornoso titular como hace eldiario.es "La fiesta de la muy alta sociedad cordobesa que ha acabado con una treintena de personas en cuarentena" reproduciendo la noticia que en primicia había publicado el medio digital Cordópolis, haciendo mención en la entradilla a que el culpable ha sido "un importante arístócrata belga" que había venido a Córdoba a una fiesta privada, y no solo es bochornoso, sino que también y sobre todo es peligroso porque señalar a a una minoría como culpable de algo es esencialmente reaccionario y más cuando se está enmedio de la estrategia de crispación en la que vivimos y puede tener malas consecuencias, las que ese mismo medio "independiente y profesional con valores sociales", como ellos se proclaman, suele denunciar cuando otros medios lo hacen referidos a grupos desfavorecidos,y yo modestamente creo que ni lo uno ni lo otro, pues nada tiene que ver lo sucedido con la profesión, raza, nacionalidad o capa social a la que se pertenezca.
ElPaís titulaba "El aristócrata belga que ha puesto en cuarentena a 27 personas de un familia de Córdoba", que incita claramente a la sociedad contra los aristócratas, por mucho menos se lincha a la gente en algunos sitios ahora y en el París de la revolución por muchísimo menos, El Confidencial encabeza con:"Fiesta de la jet, un positivo de la casa real belga y cuarentena para LOS 27 invitados" y hasta el ABC se suma, eso si con una hilarante e inenarrable redundancia exculpatoria, poniendo en el cuerpo de la noticia: "el joven afectado es un joven miembro de la aristocracia europea", que transforma al victimario en víctima, el pobre.
Es para troncharse de risa estas ansias "jacobino-antiaristocráticas-republicanas" en estos periodistas que me danvergüenza, porque creen que contra la aristocracia todo vale, o es que forman parte de algún coro que ultimamente ríe las gracias de políticos subidos a tribunas honorables que abusan de la falacia ad hominem y concretamente contra la nobleza y luego se molestan cuando otros los usan contra ellos.
No todo vale y menos en medios que se proclaman independientes y profesionales.
De momento ningún político se ha sumado a la demagogia y confío en que sigan así.
Yo no sé lo que ha pasado y aunque lo supiera no lo diría, pero me parece que la historia está más cerca de un accidente involuntariamente provocado por un joven enamorado y en este caso no me cabe ninguna duda que pronto sabremos con seguridad la verdad de lo sucedido, porque la investigación gubernativa está en manos de un persona honrada, la Dra DªRafaela Valenzuela Jiménez, subdelegada del gobierno de España en la provincia.
