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martes, 7 de noviembre de 2023

5 ALHUCEMAS, AXDIR, ANNUAL





 Hoy no hemos conseguido el barco para dar un paseo por la bahía de Alhucemas, pero finalmente lo hemos contratado  para hacerlo mañana tempranito. El plan alternativo ha sido:  primero, volver a visitar el cementerio  de Axdir, pues al paso se veía que estaba el guarda que  hoy nos confirmó el sitio de la familia  Abdelkrim que visitamos y fotografiamos y segundo,bordear  la inmensa bahía por la N-16 dirección Nador hasta un poco más allá del faro del cabo Kilati  por donde el paisaje recuerda a los alrededores  de Guadix con barrancos debidos a la erosión de las ocasionales aguas torrenciales. Luego tomamos a la derecha una carretera estrecha y sinuosa, la P6205, dirección Tazaghine y Nomru, pueblos llenos de ida y atascos que atravesamos hasta la R610 que tomamos hacia la derecha dirección a Imzouren hasta llegar al memorial que recuerda el desastre de Annual desde el punto de vista del nacionalismo marroquí que lo considera una victoria sobre los españoles, aunque en honor a la verdad la derrota fue infligida por los rifeños que derrotaron a los españoles para hacer su propio gobierno republicano sin depender de la monarquía alauita. El monumento es sobrio sin ninguna mención a sus artífices los Abdelkrim... aunque alguien ha puesto en la carretera un hito o mojón con la efigie del líder guerrillero  que  conocemos porque así figura en camisetas como la del Che, que por cierto lo visitó en su exilio cairota, pues como para Mao y Ho Chi Minh fue un modelo de guerrillero antiimperialista. No encontré ningún vestigio identificable   que recuerde a las víctimas españolas, si bien es cierto que no nos esforzamos mucho, tuvimos un recuerdo para aquellos miles de pobres reclutas  españoles sin formación  ni equipamiento, que fueron víctimas de unos jefes incompetentes en una lucha innecesaria contra quienes defendían su independencia frente al invasor.  Luego continuamos  dirección Alhoceima por la misma carretera que a tramos está en mal estado y resulta peligrosa si no se va despacio aunque el paisaje es montañoso y arbolado. El descenso desde más mil metros de altitud hasta el nivel del mar resulta vertiginoso, peligroso y desde luego no debe hacerse de noche. Resultaba maravilloso y un claro signo de progreso   la presencia muchos pequeños autobuses escolares que gateando por semejante carretera permiten escolarizar en colegios públicos a los niños de esas zonas rurales.Un buen paseo vespertino por Alhucemas nos confirma  la activa vida urbana de sus habitantes con un nivel de consumo aparentemente tipo clase media española,  y la  gran belleza del entorno lo que hace que todo me parezca aquí  atractivo y placentero.

4 EL RIF DE PEÑÓN EN PEÑÓN




 

La noche en Cala Iris fue muy agradable, ni un ruido. El desayuno fue rico y regado por una lluvia suave que nos acompañó un buen rato. Volvimos a nuestra N16 y tomamos dirección Alhucemas hasta el pueblo de Rouadi donde giramos hacia la playa  de Badís por una carretera local de unos 18 km en buen estado, algo estrecha con subidas y bajadas en medio de un paisaje arbolado con pinos, alcornoques y muchos algarrobos de gran porte, una preciosidad que termina en la desembocadura de un río, sin agua ahora pero que seguramente a veces se comportará  como una rambla  arrojando materiales en una playa que tapiza una inmensa  bahía cortada por una lengua de arena que la une a dos grandes peñones enlazados por un puente en ruinas que es el peñón de Vélez de la Gomera, donde un destacamento militar español completamente invisible afirma el dominio de España en una bahía marroquí, un poco como Gibraltar pero cutre y en un deficiente estado de conservación. El lugar es espectacular y merece la pena el desvío. Hay una cuerda que delimita la frontera que es infranqueable y pescadores preparan sus barcas para pescar en unas aguas que hoy tenían un oleaje suave. De vuelta nos paramos en un bar en la N-16 con wifi y al lado había una tienda donde pudimos comprar sendas tarjetas de datos de Maroc Telecom a un precio imbatible y unos calzoncillos que nos faltaban. 

Nuestro destino era Alhucemas pero primero nos paramos en el cementerio de Axdir la ciudad natal de los Abdelkrim, jefes de la belicosa tribu de los Beni Urriaguel que liderados  por Mohamed Abdelkrim y por su  hermano  Mahmed derrotaron al ejército español en 1921 estableciendo una República del Rif que duró un quinquenio hasta que un ejército francoespañol diez veces superior les obligó a capitular y al exilio. Mohamed sigue enterrado en El Cairo, pero Mhamed que regresó a Marruecos tras la independencia está enterrado en su tierra, pero no hemos encontrado su tumba pues nadie sabía o quería o podía orientarnos en un inmenso cementerio. 

Alhucemas es una moderna y agradable ciudad en una maravillosa bahía dónde España conserva tres islas: la de Mar, la de  Tierra y el peñón de Alhucemas con su destacamento militar al que mañana intentaremos acercarnos.

El mejor edificio  del centro es sin duda el ocupado por el Instituto Español Melchor de Jovellanos donde se forman muchos marroquíes por profesores españoles. Es un gusto pasear por sus calles  engalanadas con banderas y llenas de gente  que compran en centenares  de puestos de mercadillo, consumen en bonitas terrazas o leen en la biblioteca pública, al atardecer de un día de fiesta nacional que recuerda la Marcha Verde que ocupó "pacíficamente" el 6 de noviembre de 1975 la hasta entonces provincia del Sáhara español.  Hasta mañana y gracias por leerme.