El bosque de La Maâmora es un inmenso alcornocal de unas 133.000 hectáreas que está entre Rabat y Kenitra, más al sur de África ya no hay alcornoques. Ocupa una planicie arenosa con baja pluviosidad que ha ido descendiendo en los últimos tiempos, tanto que se ve a las claras que es insuficiente para las necesidades hídricas de esta especie. El suelo es muy permeable y las lagunas endorreicas que había, hace años que no tienen agua.
Pese a que los alcornoques de la finca que visito hace años que no sé descorchan y producen abundantes bellotas de buen tamaño, se van aligerando sus copas y secándose y no hay nuevos árboles que cubran los claros que se van produciendo.
Nuestro amigo José, es un ingeniero forestal superior de la universidad de Córdoba y trabaja para conservar este bosque adehesado en lo posible, plantar nuevos árboles y matorrales, investigar la introducción de nuevas especies más resistentes a la sequía y controlar las plagas que como la lagarta están también actuando, pues lo que parece evidente es que el cambio climático está actuando duramente aquí.
Pasear con Jose por la gran finca que cuida es un placer y aunque es la tercera vez que lo visito siempre aprendo. Hay lugares que me recuerdan a la Sierra de Córdoba, abundan conejos, perdices morunas, palomas torcaces, urracas, cuervos, estorninos, milanos, ánades, tortugas moras, etc, incluso un pico picapinos taladraba el tronco seco de un alcornoque. También se crían otros animales para caza e incluso especies en peligro de extinción para programas de reintroducción en áreas en las que ya no hay, como el avestruz del Sáhara con su característico cuello rojo.
Las repoblaciones se hacen con material propio reproducido en viveros a partir de semillas o de esquejes, impresiona ver miles de pequeños alcornoques brotados de las bellotas. Me ha dado una gran alegría cuando me ha enseñado siete plantas de argán desarrolladas a partir de las 21 semillas que le dejé en enero de 2023 , recogidas al pie de un árbol cerca de la desembocadura del río Draa, todo un éxito.
Almorzamos en su casa la mejor tajine de mi vida con ternera, huevo duro, ciruelas pasas, almendras, sésamo y gamboas. No sé si seré capaz de hacerla pero lo intentaré.
Con pena dejamos al amigo y no fuimos hacia Muley Bousselham a la casa de nuestro amigo Kbir , nuestro guía y barquero para mañana ver aves en la laguna costera de Merdja Zerka. La puesta de sol perfecta.