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jueves, 31 de diciembre de 2020

¡ADIÓS 2020!... ¡HOLA 2021! neonormalidad 32

 



Como todos los 31 de diciembre se apresta uno  a despedir el año que hemos vivido y a desear siempre lo mejor para el siguiente del calendario.  Nunca reflexionamos que  a cada uno le habrá ido el año de manera diferente, pero este 2020 que dejamos parece que unánimemente ha sido malo para la humanidad en su conjunto, pero todo  depende, en mi familia ha sido terrible, pues a la reciente muerte de mi madre en noviembre de 2019, que nos dio la alegría de vivir 97 años espléndidos, se le ha sumado en este 2020 la insufrible pérdida de  Nanda, nuestra hermana, enfermera y víctima de la pandemia, que nos dejó en la plenitud de su vida, sin que nos lo pudiéramos esperar y sin que podamos aceptarlo…todavía. Ya sé que el dolor no nos dejará nunca, solo espero que la vida  vivida con los que queremos nos quite el sufrimiento más pronto que tarde.

Acabo de pasar de año al mediodía, porque a medida que voy envejeciendo la  noche me sienta peor para los inevitables excesos en comida y bebida, pero es que además este año habíamos pensado no hacer nada a medianoche  para evitar el contacto estrecho con hijos, nietos, familiares y allegados. Pero ayer pensé que sería muy agradable ver a los hijos con los nietos pero de día, unos el 31 y otros  el 1 y así lo hemos hecho. Al mediodía han llegado mi hija Lucía con su marido Eduardo y los dos nietos Eduardo y Juan, todos con mascarilla y mañana vendrán Guillermo con Vike y Javier el benjamín.

Como el fin de semana pasado  tuvimos la matanza de los cerdos que se crían con bellotas y castañas en nuestro paraíso serrano de Cortegana, aparté una cadera  para hacerla al horno hoy y la he hecho a 110ºC en 5 horas, ha salido exquisita, por si querían comer aquí una vez que se vió que el día era frío, pero al sol se estaba muy agradablemente. Antes he jugado con mi nieto Juan al badminton y luego hemos pasado casi una hora paseando por el campo y  sosteniendo con él una amplia conversación sobre las futuras colonias en la Luna y Marte, tratando de responder todas las preguntas que desde la curiosidad de sus diez años me hacía. La guarnición  de la carne ha sido una ensalada de pimientos asados  y Lola había hecho una magnífica tortilla de patatas. Al final todo acabó con una botella de cava (brut nature reserva  vintage 2017)  elaborado por Jaume Serra y adquirido a 3,75€ en Aldi que ha resultado espectacular y tomando las tradicionales uvas al ritmo de los rasgueos de guitarra por soleás que tan generosamente regaló el excepcional guitarrista Juan Serrano a sus paisanos cordobeses y que este año, prudentemente, no podrán oírse. Me ha gustado tanto que creo que el año que viene lo intentaré repetir pero con todos si es que para entonces se ha recuperado la normalidad .

La operación fin de año seguramente se completará esta noche con una videoconferencia y mañana con la visita prometida del resto de mi descendencia. Creo que no se puede pedir más para celebrar un momento tan repetido y rutinario, aunque es verdad que nos gustan las fiestas con pretexto, yo pienso que a veces convendría celebrarlas sin necesidad de excusas, a pelo, todos los días, sobre todo si lo que celebramos es estar vivos y felices de compartir que es de lo que se trata.

Os deseo a todos los que me soportáis un feliz año nuevo 2021 preñado al fin de esperanza gracias a la ciencia y a los científicos, a la sanidad y a los sanitarios, a los empleados de supermercados, a los transportistas, a los basureros, a los limpiadores, a los cuidadores, a los policías…y un poco también gracias  al gobierno y  a casi todos los ministros, a casi todos los políticos, incluso de la oposición y finalmente el último ruego es que las vacunas funcionen y puedan ponerse a todos los seres humanos vivan donde vivan.

 ¡ADIÓS 2020!... ¡HOLA 2021!