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viernes, 15 de diciembre de 2023

PISA 2022, DE BATACAZO NADA DE NADA

 


Se ha puesto de moda el uso en los medios de comunicación de titulares escandalosos para  atraer nuestra atención sobre asuntos que vivimos y nos interesan, sobre todo aquellos que se refieren a la situación de cualquier aspecto de nuestra vida: “el desastre de la economía española”, “España se rompe” o “batacazo educativo”, el primero contradiciendo la evidencia de que la economía española está mejorando en los últimos años tras el parón de la pandemia, con un crecimiento sostenido del empleo como nunca, el segundo por mucho que lo anuncien los agoreros, de momento no se rompe nada, salvo la buena educación de algunos que no respetan al gobierno legítimo y legal de España, el tercero   es usado  en diferentes variantes, “desastre”, “retroceso”,…sobre todo cuando cada tres años salen los resultados del informe PISA (Programme for International Student Assessment), que es el Programa para la evaluación internacional de los estudiantes que realiza la OCDE(Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) en  37 países miembros y 43 más asociados. Nadie debe  llamarse a engaño pues la OCDE  no es  la UNESCO sino organización que agrupa a países capitalistas para favorecer la cooperación entre sus economías, de la que España forma parte desde 1961, cuando la dictadura franquista fusilaba a españoles por ser “rojos”.

PISA es un programa internacional para la evaluación sistemática de lo que saben y de lo que son capaces de hacer los jóvenes  estudiantes de 15-16 años, en España los que están a final de la ESO, en cuarto curso. Es un magnífico instrumento que mediante una encuesta hecha cada 3 años a un conjunto de escolares más o menos representativo del total,  permite ver la evolución de lo que saben esos escolares en cada país.  En España la última prueba la llamada PISA-2022 se retrasó un año por la COVID , la hicieron en abril-mayo de 2021, 30.800 estudiantes de 966 centros educativos, uno o dos grupos por centro, que podemos considerar muy representativa pero que no deja de ser una encuesta, en la que además cada país puede excluir hasta el 5% de la población meta por discapacidad intelectual o física, o por un dominio limitado de la lengua de la prueba. 

Los encuestados se someten a exámenes y cuestionarios durante horas, que a mí me parecen muy bien diseñados para verdaderamente evaluar de forma sistemática, lo que los jóvenes encuestados saben y son capaces de hacer, pero que a mí me hubiera costado mucho responder al no estar habituado a realizar pruebas similares, como suele pasar a los que se presentan al examen teórico de conducir sin haber hecho previamente muchos test. La primera prueba es la cognitiva, en la que durante dos horas la mayoría respondió a preguntas que combinaban dos de las tres áreas que hasta ahora se medían: competencia lectora,  competencia científica, competencia matemática, más una cuarta, nueva este año, de pensamiento creativo y a otra parte se le examinó sobre competencia financiera combinada con matemáticas o lectura. Es decir  cada  alumno tiene un examen diferente, pues el objetivo no es evaluar a alumnos ni centros concretos sino obtener un dato medio de los alumnos. La segunda prueba es un cuestionario de contexto de una hora de duración con preguntas muy variadas sobre su entorno y sus actitudes. Finalmente los directores de los centros cumplimentaron un amplio cuestionario sobre su organización y el entorno.

 

Este año se incidía especialmente en la competencia matemática que define como: “la capacidad de razonar matemáticamente y de formular, emplear e interpretar las matemáticas para resolver problemas en una variedad de contextos de la vida real”, y yo creo que la prueba está bien diseñada para evaluar esa compleja competencia.

Vamos a los datos:  Que un conjunto de estudiante de un  país concreto obtenga de media más de 500 puntos en cualquiera de las competencias sería un resultado sobresaliente, por ello solo unos cuantos países pequeños o asiáticos están destacadamente por encima y sinceramente no los conozco suficientemente para explicar el porqué, pero me malicio que la razón es compleja, por lo que me centraré en los países de la Unión Europea donde hay diferencias notables, entre Estonia con 510 en matemáticas y los 417 de Bulgaria con una media de 474 y España 473, yo no veo el batacazo por ningún lado si tenemos en cuenta que la admirada Finlandia está en 484 puntos. Es verdad que todos los países han bajado, pero es que han cambiado el método y sobre todo ocurrió en 2020 la pandemia que sin duda afectó a la enseñanza. Si comparamos la evolución de los datos desde 2012 veremos que la media de la UE bajó 15 puntos de 489 a 474, lo mismo que la de España de 488 a 473. En el caso de España si ampliamos el periodo de observación veremos que en 2009 tenía 481, en 2012 subió a 488, bajó en 2015 a 486 y en 2018 a 481, hasta  los 473 de 2022, todos deberíamos recordar que esa bajada coincide con los graves recortes de servicios públicos a raíz de la crisis de 2008 que fueron especialmente graves  en educación y el último “batacazo” sin duda se debe a la pandemia. Pongo batacazo entrecomillado porque si  ponemos las calificaciones en forma decimal considerando que 600 sería un 10, en 2009 habríamos tenido 8,016 y en 2022  7,883, es decir una bajada de nota de menos de dos décimas, que no parece justo calificar de desastrosa.

Es imposible resumir el informe   que es muy complejo y desmitifica algunos tópicos, por ejemplo el de la superioridad de la enseñanza privada, pues si bien es verdad que los grupos de "centros privados obtienen mejores calificaciones como media", y por eso hay una "tendencia de los padres con recursos económicos de llevar a sus hijos a este tipo de centros, por considerarlos mejores,  para que estén en clase con compañeros de similar situación económica y donde aparentemente reina más orden", pero los datos muestran que  "los centros públicos con poblaciones de alumnos “comparables” obtienen las mismas ventajas que los privados".

Las pruebas PISA son muy buenas pero si queremos subir las calificaciones de nuestro país es necesario invertir mucho más en educación y entrenar a nuestros alumnos para responder a este tipo de pruebas.

En 2025 tendremos ocasión de comprobar la virtualidad de los cambios introducidos en la prueba   y si los países han seguido bien los consejos que en 2022 se han hecho.

Finalmente si algo tengo claro después de la lectura del informe es que en casi todos los países ha bajado la competencia educativa de sus alumnos, y que la causa  al menos en España tiene mucho más que ver con falta de presupuesto, con el incremento de la desigualdad  social y el estatus social, económico y cultural de las familias que en problemas en los centros escolares, aunque no se debe ocultar que la desmotivación de los profesores, el acoso y la falta de disciplina escolar son problemas que deberían atajarse.