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lunes, 8 de noviembre de 2021

BREVERÍAS 15. ASEGURAR LOS SEGUROS

 



Cubrir los riesgos que nos pueden afectar creo yo que es una obligación de todos.  No todos podemos tener un fondo económico de reserva suficiente para cubrir el incendio de la vivienda, o el robo de objetos o las lesiones que nuestro querido perro pueda hacer a alguien, o los terribles daños que podemos provocar en un accidente de tráfico del que seamos responsables.

La inmensa mayoría de las personas con mayor o menor esfuerzo tenemos alguna propiedad ( moto, automóvil, vivienda, negocio, etc…)  de la que somos responsables o necesitamos y para subsanar los daños que sufran o que se produzcan por su causa tenemos o debemos tener pólizas de seguros que cubran las diferentes contingencias que puedan ocurrir. En el caso de los vehículos a motor es una obligación legal pero no los es en otro tipo de bienes que si perdiéramos nos resultaría muy difícil reponer.

Lo estamos viendo estos días con las riadas, temporales y sobre todo con la erupción del volcán en la isla de La Palma, donde vemos a miles de personas que lo han perdido todo, salvo la vida y que podrán recuperar la normalidad si los bienes perdidos  le son repuestos.

Personalmente he sufrido una inundación de mi casa en  Lepe (Huelva) a consecuencia de lluvias torrenciales( más de 200 litros/m2 medidos por mí en 3 horas) y el  desbordamiento de un arroyo. Tengo un seguro de hogar elemental  sobre el valor real del continente y contenido que me supone una prima anual inferior al uno por mil de  dicho valor real. Sobre la marcha di  parte a mi compañía  que 5 días después me contestó que como el siniestro era a consecuencia de un hecho meteorológico extraordinario, la cobertura del mismo es asumida por el CONSORCIO DE COMPENSACIÓN DE SEGUROS y no por cada compañía de seguros.

Al principio me enfadé un poco porque no entendía  porqué mi compañía se hacía a un lado cuando el seguro lo tenía con ella y me obligaba a un trámite distinto y  con desconocidos. El primer día se me llevaban los demonios, porque aunque el Consorcio había montado rápidamente con ayuda del ayuntamiento una oficina en Lepe para atender a los afectados, los teléfonos estaban saturados y había colas. Comunicar el siniestro por internet  era imposible sin tener certificado electrónico que no tengo actualizado. Finalmente con ayuda de mi hijo, que si tenía listo su certificado pude hacerlo a distancia. Tres días después me llamaba una perita de una empresa especializada  que vino dos días después a ver los daños, y a la que envié las fotos que había hecho antes de limpiar lo más gordo. Una semana después me envió el resultado de su peritación   y di mi conformidad  a vuelta de correo a la compensación económica que iba a proponer y que  me pareció justa. Me ingresaron el dinero en cuenta antes de cumplido un mes de la inundación. Impecable.

En España tenemos la suerte de que el reaseguro es público es decir que cuando las pérdidas son derivadas de  acontecimientos extraordinarios y fenómenos de la naturaleza tales como terremotos, volcanes, inundaciones o caídas de meteoritos existe ese Consorcio que es una entidad pública empresarial  adscrita al Ministerio de Asuntos Económicos (Nadia Calviño) que se hace cargo de lo que desbordaría sin duda a las compañías privadas aseguradoras y que actúa con la diligencia que he descrito. Así estará pasando en La Palma, claro que solo con los que tienen los bienes asegurados.

En otros países europeos que conozco, este reaseguro es privado  y más rácano que el sistema español. El Consorcio se financia con un  porcentaje(algo más del 10%) de todas las primas de seguros concernidas. En los últimos años viene a ingresar unos mil millones de euros anuales y normalmente quedan remanentes importantes que se van acumulando por si hay más catástrofes. Seguramente este año con lo del volcán será necesario acudir a las reservas que son cuantiosas y  el cambio climático agravará estos riesgos extraordinarios.

En definitiva es un sistema público que financiamos los asegurados  y que nos atiende cuando es necesario, por eso recomiendo vivamente que todos tengamos seguros actualizados de lo que dependerá la cuantía de las compensaciones que serán relativas a los daños sufridos valorados por un  peritaje independiente. Es un sistema justo porque lo financian solo los posibles beneficiarios. El gobierno  luego  tendrá que atender todo lo demás, que será mucho, sobre todo los daños a las infraestructuras. Así que revisar vuestros seguros y actualizarlos, pues aunque suponga pagar unos euros más, merece la pena.