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domingo, 24 de mayo de 2020

DÍA 73 "PERIODISMO"

DOMINGO 24 DE MAYO DE 2020
Escribo, casi siempre , bajo la distraida mirada de Rafael Guerra "Guerrita", mi bisabuelo, que vestido de político cortesano da la alternativa, dándole los trastos, a un anciano Práxedes Mateo Sagasta vestido de luces, que también me mira de reojo; al veterano liberal le tocó lidiar el toro de 1898, cuando él seguro que ya sabia que era un desastre para España y la opinión pública vivía engañada en un orgullo imperial ridículo. Esta maravillosa caricatura, que es el original de una viñeta que se publicó en algún diario, seguramente fue un obsequio del artista a "Guerrita", que heredó mi abuela Juana y luego mi madre y yo tuve la suerte de que me tocara en un sorteo que hizo para repartirnos los recuerdos que conservaba de su famoso abuelo.
En esa época en España había libertad de prensa y proliferaban los periodicos de diferentes ideologías, ¿quiere eso decir que la libertad de expresión estaba garantizada?, pues sinceramente no, porque los dueños de los medios, entonces, ahora y siempre en todos los sitios limitan la libertad de expresión de los grupos o personas que no les gustan o suprimen la información que creen estorba al mensaje que quieren transmitir. Los partidos burgueses tenían sus periódicos de cabecera que eran financiados por los intereses económicos que los apoyaban, las organizaciones obreras tenían su propios órganos de difusión en los que podían expresar sus ideas y proyectos, porque obviamente en los otros periódicos solo se reflejaban aquellas actividades que convenían a sus propietarios.
Había tanta libertad de prensa que cuando hubo la pandemia de la gripe de 1918, en la única nación en la que se informó libremente de la expansión de la enfermedad fue en España y por eso fue y sigue siendo conocida como "gripe española", parece que no tenemos mucha suerte con la libertad de prensa.
Aunque está claro que la libertad de prensa no garantiza la libertad de expresión de los ciudadanos, sin ella, esta tampoco es posible, pero claro que esto sería más cierto si los periódicos y medio de comunicación informaran con veracidad, pues la libertad de expresión es un derecho de los ciudadanos, que en el caso de los medios se transforma en el deber de informar verazmente. sin perjuicio de ejercitar su derecho a la libertad de expresión en forma de editoriales, columnas, artículos de opinión, bien separados de la información.
Lamentablemente esto no se cumple y la mayoría de los periódicos son libelos panfletarios, la ventaja es que nadie nos obliga a comprar ningún periódico, sino que cada uno adquiere el medio que confirma su previa manera de pensar que así se refuerza gracias al sesgo de confirmación.
Desde que Soledad Gallego Díaz es directora de EL PAÍS he vuelto a ser lector habitual, suscriptor, y es mi periódico de referencia, porque me identifico mucho con su línea social-liberal, mucho más que con las de otros periódicos que se dicen independientes y simplemente son conservadores o profundamente reaccionarios. Ya sé que las informaciones sobre Venezuela o Israel hay que buscarlas en otros sitios, nadie es perfecto. Cuando a veces quiero contrastar información acudo a las noticias del ABC, sin mirar ni los titulares, ni las entradillas, pues es un periódico que todavía tiene buenos y honrados periodistas o de LA VANGUARDIA, sobre todo la información internacional o las informaciones y opiniones firmadas por periodistas solventes en otros diarios o en digitales manifiestamente de izquierdas como EL PLURAL, INFOLIBRE, PÚBLICO, o EL DIARIO.ES.
Todo esto lo digo porque muchos partidarios del gobierno se han indignado con el editorial "A la intemperie" del pasado viernes 22 dedicado al error del gobierno de pactar con Bildu la reforma laboral, como si el periódico se hubiera sumado a la desleal oposición. Como andaba en otros afanes lo he leido tarde y despacio y al contrario me parece un claro ejemplo de honradez periodística de la directora, pues sin duda es de su pluma, parte de un relato pormenorizado de los hechos, que todos son ciertos, para a continuación desgranar los efectos que tiene, exigiendo las responsabilidades y pidiendo la rectificación. Estoy de acuerdo con el editorial en la forma y en el fondo y me confirma que tomé una decisión correcta al hacerme suscriptor. El amigo, no es quien te da la razón o te halaga, sino quién te advierte de los errores y esa decisión del gobierno ha sido un error que ojalá no sea irreparable.
La oposición es desleal con los españoles, pero el gobierno no puede serlo y si estamos afrontando una crisis gravísima no es momento de hacer nada que no sea lo urgente y necesario. Confío que las organizaciones empresariales y sindicales, por el bien de todos, conduzcan al gobierno a continuar en una leal concertación.
Y acabo hoy con una frase de Ryszard Kapuscinski, que siempre me ha parecido inspiradora: "El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en encender la luz, para que la gente vea como las cucarachas corren a ocultarse.”