Hoy he pasado una mala noche pues llevo una semana con dolores lumbares, todo empezó con una molestia difusa y con la parte lumbar izquierda dormida con hormigueo, como me daba alguna punzada, enseguida la asocié con un aparente cólico nefrítico que tuve en el 2018 y claro llamé a mi nuera Vike que es la experta familiar en estas dolencias, porque no parecía razonable con la que está cayendo ir a molestar a las urgencias médicas de ningún sitio; seguí sus consejos de beber más agua y tomar algún calmante de entre los sobrantes de la vez anterior. Como no mejoraba empecé a pensar que era algo muscular ocasionado por haber empezado a hacer bicicleta estática y aunque lo hice muy poco a poco ya estaba pedaleando nueve kilómetros por sesión a buena marcha, siempre acababa incómodo por culpa, en mi opinión, del sillín de bicicleta que sin duda debió diseñar algún enemigo de culos como el mío. Así que tres días después decidí consultar por wasap a nuestro especialista familiar en fisioterapia y rehabilitación , nuestro sobrino, el doctor Pablo CA, me hizo su juicio clínico a distancia, descartando el cólico nefrítico y conduciendo su diagnóstico hacia una lesión provocada por la presión del asiento de la bici, por lo que añadió al analgésico, calor local y friegas de una crema antiinflamatoria que uso de vez en cuando. Tres días después, ayer, volví a consultarle pues el sitio está menos dormido pero la molestia continua y me recordó que debo hacer también estiramientos que él ya me ha recomendado otras veces y por si acaso me envió una tabla de ejercicios específicos para la columna lumbar. Confío ciegamente en él y en el poder de los ejercicios que harán seguro que me desaparezca el dolor por completo, que de momento hoy me ha obligado a levantarme antes de las 6 de la mañana y asi he visto como me tiran El País desde un coche.
Me puse a pensar como iba a contar en este diario mis insignificantes cuitas derivadas de los achaques varios que me entretienen estos días y no sé porqué me entró risa al imaginar como se hubiera reído Enrique Múgica del efecto demoledor del sillín sobre las nalgas.
Enrique tenía buen humor y se le notaba la enorme "joie de vivre" que tuvo toda su vida hasta que los asesinos de la ETA se la arrebataron asesinando a su hermano.
Siempre me gustó el compañero Enrique Múgica, pues me sentía muy próximo a su manera de pensar de "un socialista a fuer de liberal" tan lejos de los dogmatismos de todo tipo que anidan en los partidarios de cualquier cosa y más cuando no han vivido situaciones duras. Solo estuve con él unas horas en mi vida con motivo de su estancia fugaz en La Rambla (Córdoba) como orador principal de un acto político en la precampaña de 1977, y era un hombre con sonrisa. Recuerdo especialmente como se divirtió jugando a quitarle el chocolate al entonces hijo pequeño de nuestros amigos Julia Yepes y Juan Antonio Quevedo , sentados todos alrededor de la mesa camilla de la casa de estos. Yo tenia 24 años y él 45 que entonces me parecía mucha diferencia de edad, daba gusto oírlo y escuchaba a todos sobre todo al niño.
Fue un buen socialista que siempre actuó responsablemente y seguro que también fue una buena persona, yo la menos lo tengo en mis recuerdos con su sonrisa y le echaré de menos, pues estoy seguro de que se hubiera reído de estas notas. Deseo que el tránsito le haya sido suave y la tierra ahora le sea leve.
