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lunes, 20 de diciembre de 2021

BREVERÍAS 22 “AMANECER CÓSMICO”

 



El próximo viernes 24 de diciembre, Nochebuena, a las 13,20 horas contendré la respiración  mientras desde el puerto espacial de Kourou en la Guayana francesa despega el cohete europeo Ariane 5, que con sus dos potentísimos propulsores de pólvora e hidrógeno líquido, impulsa una carga preciosa  para la humanidad, el Telescopio Espacial James Webb( JWST, por sus siglas en inglés) hasta alcanzar los 11km/s, velocidad de escape de la atracción gravitatoria terrestre, en aproximadamente 130 segundos y luego arderán las dos fases que restan. Este prodigio de la ciencia y la tecnología humana ha tardado 25 años en ser construido, es fruto de la colaboración entre la NASA, Canadá y los 22 países europeos que forman parte de la Agencia Espacial Europea(ESA) que han financiado  los nueve mil millones de euros invertidos y  aportado el trabajo de sus científicos y técnicos, en el caso español destacadamente los del Centro de Astrobiología y de Airbus España.

Si todo sale bien en esos primeros minutos y en su azaroso paso por la basura espacial que nos orbita, la cabeza del cohete  con el JWST plegado en su interior pero sin el pesado carenado protector, iniciará un viaje de millón y medio de kilómetros hasta llegar al segundo punto de Lagrange donde quedará en órbita alrededor del sol a unos 149 millones de kilómetros de él y comenzará el despliegue  del telescopio que  si no hay contratiempos nos permitirá ver lo que nunca hemos podido ver con los instrumentos disponibles, ni siquiera con el telescopio Hubble que orbita a 600 km de la Tierra.

Siempre he sentido pasión por los cohetes de los que llegué a fabricar  alguno en mi adolescencia con mi amigo Antonio, pero no voy a cansaros con detalles del cohete o de los instrumentos  que lleva y que los periódicos han explicado en estos días, sino en el profundo significado de esta expedición científica sin entrar en más detalles, entre otras cosas porque en física llegué hasta  Newton , de la relatividad de Einstein comprendí lo justo  y de la mecánica cuántica de Planck, nada. Me consuela que se dice que dijo el premio nobel Richard Feynman: “Si crees que entiendes de mecánica cuántica es que no entiendes de mecánica cuántica”.

El espíritu  científico o descubridor se sustenta en una ambición humana sin límites  por el conocimiento que nunca es suficiente. El hombre una vez que sube a la primera colina y atisba el horizonte siempre quiere ir más allá, hacia lo desconocido, luchando contra la advertencia mitológica de Hércules “Non terrae plus ultra” que fijó en las columnas que puso en el estrecho de Gibraltar para indicar que era el fin del mundo. Por contra   “PLUS ULTRA” es el lema que empezó a usar en  su escudo el emperador Carlos en 1516 , simbolizando el arrojo español de acometer empresas  en el límite del conocimiento, como la de Colón en 1492 y eso que todavía  no  se había iniciado la vuelta al mundo de Magallanes-Elcano. Luego, salimos a orbitar, para en 1969 saltar a la Luna que pisamos a las 3,56 de la madrugada del lunes 21 de julio. Tras gran cantidad de sondas conocemos mucho de nuestro sistema solar y sus planetas  preparando el salto a Marte…y más allá (plus ultra)

La foto que muestra  la luna en cuarto creciente la hice yo hace 4 años a pulso con mi modesta cámara Sony  y en ella podemos ver cráteres con cierta definición, pero claro es que la luna estaba sólo a unos 300.000 kilómetros, un segundo-luz, los telescopios terrestres nos permiten explorar el espacio, cada vez más lejos. Los telescopios orbitales como el Hubble aún más lejos, pero como no es suficiente para  llegar a ver con  claridad el inicio del universo, la primera luz que apareció cien millones de años tras el Big Bang, con todo lo que ello conlleva, la humanidad ha creado este instrumento científico espacial que con una sensibilidad  cien veces superior al Hubble en los espectros infrarrojo y ultravioleta , nos permitirá verlo, o no, lo que es seguro es que abrirá las puertas a nuevas preguntas sin respuesta que nos harán dar en el futuro más pasos en nuestra lucha contra la ignorancia.

Ojalá fuéramos capaces de cooperar también para acabar con el hambre, la guerra, la injusticia, la opresión y la  desigualdad.  Feliz Nochebuena.