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viernes, 5 de junio de 2020

DÍA 85 "GRATIS"


VIERNES 5 DE JUNIO DE 2020
Anoche preparamos cuidadosamente nuestra salida para ver la estación espacial internacional, pese a que el día era ventoso y nuboso, yo estaba seguro que al final  a la hora precisa se abriría un claro entre las nubes para verla, como finalmente sucedió.
Conocíamos su trayectoria que iría del noroeste al sureste y pensando encontramos un punto alto y despejado, cerca de la S-40, sin edificios y tranquilo, casi sin gente, era un aparcamiento casi vacío porque es utilizado por las familias que usan el mayor parque infantil de Dos Hermanas y que todavía permanece clausurado.
La espera la hicimos dentro del coche porque hacía mucho viento y no llevábamos ropa de abrigo: fuimos viendo como las nubes iban desapareciendo por encima de los 10º de elevación sobre el horizonte y en el segundo previsto, apareció el punto luminoso que efectivamente tenía la intensidad con la que normalmente vemos Venus que es el cuerpo celeste más luminoso en la noche tras la luna.  Ascendió sobre el cielo oscuro, gracias a que mientras la luna llena era tapada por las nubes que a medida que descendía fueron abriéndose, lo que me permitió hacer la foto con el móvil, que no es buena pero sirve como recuerdo.
GRATIS, es una palabra maravillosa, que nos acompaña desde hace casi tres mil años,  y deriva del sustantivo gratia que significaba: gracia, favor benevolencia, su ablativo plural era gratiis que rápidamente se simplificó a gratis  para indicar toda acción graciosa o benevolente y así se quedó entonces y pasó a todos los idiomas que derivan del latín y a muchos más; es quizá el internacionalismo linguistico más extendido. La pena es que algo positivo porque indica lo que nos dan y recibimos gratuitamente , nos vuelve locos  a veces y nos hace consumir sin freno ni medida cosas que no necesitamos.
Observar la naturaleza cercana, pasear por el campo o por los parques, detenerse a contemplar el cielo estrellado, dormir, charlar con otras personas, no cuesta nada y es lo que más placer me produce. No es necesario vivir en un torbellino consumista para disfrutar de la vida. No digo que esté mal consumir, lo que no me gusta es consumir por consumir, sin casi dar tiempo a disfrutarlo y menos amontonarme para hacerlo.
Guisar es muy relajante cuando se puede hacer sin prisas y sin necesidad de ser eficiente, que a veces hacemos lo que es necesario hacer con mucha prisa con el fin de tener tiempo para otras cosas que no son necesarias, si aprendieramos a disfrutar de lo ordinario necesitaríamos menos dinero. Ya sé que si todo el mundo hiciera lo mismo no habría una rápida recuperación económica que es muy necesaria, pero me gusta la placidez que estoy descubriendo en la vida corriente.
A lo peor es una expresión inconsciente del miedo que tengo al contagio del virus, pero creo que es bueno que las personas mayores no nos apresuremos a ocupar las terrazas de los bares, las tiendas, los espectáculos, los centros comerciales, los museos, los aviones... dejémoslo para los jóvenes que al parecer cursan la enfermedad con menos daños, porque lo cierto es que el virus sigue entre nosotros y seguirá siendo necesario dejar sitio en los hospitales para los que enfermen.
Ruego a mis amigos que sean muy prudentes y extrememos las medidas de seguridad que todos sabemos, aunque nos cueste prescindir de los abrazos, los besos y las caricias.