Powered By Blogger

domingo, 18 de febrero de 2024

5 MENORCA FOLKLORE

 


Hoy domingo 18 de febrero pensabámos dedicarlo al folklore de la isla,  pero como la cita de las Ballades  en Ferreries era  a las 11,30 hicimos tiempo visitando el hipódromo de Ciutadella con el fin de enterarnos de las actividades que podríamos ver en él, como nos temíamos en febrero solo hay carreras de trotones en Maó los domingos por la mañana,  lo que intentaremos hacer el próximo domingo, mientras que allí solo veríamos entrenamientos de trotones y efectivamente uno estaba empezando. Nuestro informante nos recomendó que asistiésemos el miércoles por la tarde a partir de las 16 y hasta la puesta de sol, pues es a mitad de semana cuando el entrenamiento es más fuerte para dar tiempo a que los que corran el domingo puedan descansar.

Al paso nos llegamos a Punta Nati donde hay un faro, por un camino asfaltado y estrecho  de unos 5 km dónde los coches no tienen prioridad y no se puede pasar de 30 km/h,  pues hay que proteger a  los que van andando o en bicicleta. Se atraviesan campos cercados por muros de piedra seca perfectamente conservados donde abundan estructuras de piedra parecidas a navetas, que un amable lugareño nos explicó, pues nacido  en Pontones (Jaén) en plena Sierra de Segura vino de niño aquí,  que algunas ya estaban aquí y otras las ha visto construir y son  establos con las piedras del terreno para que el ganado pueda guarecerse de la tramontana. Luego recogimos El País y finalmente llegamos  en punto a la plaza de España de Ferreríes.

El 18 de enero había escrito a los contactos de dos grupos folklóricos de Ciutadella para que nos informaran si tenían actuaciones en algún lugar estos días y  tres semanas después nos contestó Nina Barceló, presidenta del Grup Folklóric Sant Isidre  y  además de comunicarnos que ellos no tenían fue quien nos informó de la actuación de hoy. Esta mañana me llamó para decirme que se acercaba con Joan, su marido, para conocernos  y así fue. Vimos con ellos la primera actuación que era del grupo local y nos explicaron todo, luego cuando actuó el grupo de Ciutadella se incorporaron al baile demostrando que son unos consumados bailarines.

En Menorca está muy viva la música folklórica y  son frecuentes estos encuentros durante todo el año y principalmente en primavera, verano y sobre todo en las fiestas, nosotros somo testigos de que había mucho público en un pueblo de menos de cinco mil habitantes.  Son unos bailes claramente entroncados con los peninsulares que acompaña un grupo musical de cuerda y tambor  con vocalistas que interpretan fandangos, jotas y boleros con sus matices propios, una delicia  muy emotiva que recomiendo.

Luego vino el aperitivo y la comida con la pareja que además de saber de lo que hablan son un encanto, felices jóvenes abuelos y padres del gran ciclista profesional Albert Torres, que compite en pista  con mucho éxito nacional e internacional. El restaurante LOAR  de Ferreríes lo recomiendo pues tiene buena comida casera a precio honrado. Nos han invitado mañana noche a un ensayo general preparatorio de la temporada al que iremos encantados, pues cinco horas con ellos nos han sabido a poco. Si vais a Menorca a partir de marzo informaros al llegar que seguro hay alguna ballade a mano.

4 MENORCA PREHISTÓRICA

 


El sábado 17 ha estado dedicado a los monumentos prehistóricos que en esta isla son muy numerosos e interesantes; yo recomiendo visitar al menos los dos más importantes por su singularidad, conservación o complejidad, están en medio de  zonas bellas cubiertas de vegetación entre las rocas, donde destacan  lentiscos(Pistacia lentiscus), olivillos(Phillyrea angustifolia) y acebuches(Olea europaea var. sylvestris) que dejan el suelo cubierto con sus negras acebuchinas. Estos árboles arbustivos suelen estar deformados por la tramontana que hoy nos azotó con ganas. La mañana se inició con un desayuno variado y contenido, favorecido por un abundante bufet en el que había fruta, huevos, embutidos, queso,... y que pese a mi natural tragón supe controlar, porque no quiero ganar los kilos que llevo perdidos con mis ayunos diarios, que lógicamente he abandonado estos días. 

Primero nos fuimos a la catedral de Ciutadella a oir el órgano en la misa de 9, el instrumento suena muy bien y acompaña los cánticos litúrgicos.  El edificio cada vez me gusta más y sobre todo tras descubrir el antiguo minarete  de la mezquita mayor de Medina Minurka  en el interior del actual campanario, como en la mezquita de Córdoba, gracias a que en la última restauración tuvieron el buen gusto de dejarlo a la vista. La recogida sabatina de El País  es una costumbre que procuro no perder y en las dos ciudades hay prensa peninsular que llega en el primer avión.

Muy cerca, camino de Maó está el monumento neolítico más importante y antiguo de España, o al menos eso era lo que venía en nuestros libros de texto de bachiller con una foto en blanco y negro, la Naveta des Tudons, cuya foto encabeza este artículo. Hay que andar un poco entre  un hato de vacas  vermellas, que van a lo suyo, es una raza autóctona que se está recuperando tras el dominio de las frisonas introducidas por los ingleses para producir quesos. Ver solos este monumento funerario de unos tres mil años de antiguedad, cuyo nombre castellano sería "la nave de las palomas torcaces", es una experiencia sobrecogedora, incluso si me pongo trascendente sería mística. No hay vigilantes, pero si videovigilancia.

Un poco más lejos  nos acercamos a la playa de Son Bou, en la costa sur, donde pudimos tomarnos una cerveza en el único bar abierto en medio de urbanizaciones veraniegas; hay una pequeña albufera, de Ses Caneses, que nos permitió ver el espectáculo de un grupo de ánades reales( 21 hembras y 24 machos), 4 fochas comunes y 3 gaviotas con el fondo musical de discretas cigüeñelas y  tras pisar la playa y ver el agua esmeralda, por una espléndida carretera subimos a los Talaiots de Torre d'en Galmés, un conjunto de gran superficie que formaba un poblado con tres talaiots, con sus taulas, murallas y salas hipóstilas cubiertas o descubiertas; está en un alto dominando una amplia zona agrícola y al fondo el mar. Merece la pena y también estuvimos solos.

De allí intentamos comer en  Cala Galdana, un lugar agradable para veranear con un bonito mirador y no había nada abierto, subimos a Mercadal  a uno de los buenos restaurantes recomendados,  Es Molí d'es Racó, que tenía lleno el aparcamiento y  con cola para entrar, así que nos acercamos a Ferreries y vimos el restaurante Nou Vimpi; la hora, su horno de leña, un buen camarero uruguayo y cerveza  fría fueron los argumentos  para quedarnos y fue agradable.

En un cuarto de hora estábamos en el hotel para la siesta y esto ha sido todo lo que hoy merece ser contado. Buenas noches