SÁBADO 14 DE MARZO DE 2020
Ayer estuvo muy bien la comida, el almuerzo fue a base del contenido de varias fiambreritas con restos de los dos últimos días, aquí no tiramos nada, y la cena espectacular con el mejor salmorejo que recuerdo, hecho por Lola con tomates de Cortegana congelados el verano pasado acompañado de huevo duro y jamón, brócoli cocido y terminando con fruta, nueces también de Cortegana y una copa de ron especiado de Bacardi. La GULA casi me domina.
Me pasó algo especial tras el almuerzo, pues tenía como una soñarrera grande e hice una siesta de casi 5 horas, solo interrumpida por dos pausas prostáticas.
La sesión audiovisual comenzó con el intento infructuoso de suscribirnos a la oferta gratuita de Movistar para poder ver la cuarta temporada de Bron, cosas de la publicidad o la saturación; finalmente en Netflix los primeros cuatro capítulos de la serie "Los asesinatos del Valhalla" coproducida con la televisión islandesa ;... está bien.
Sin nietos que me levanten, como en los últimos meses, he seguido aperreado en la cama hasta casi las 10. El desayuno ya lo habéis visto en la foto: una tostada de pan de fabricación propia con mantequilla de las Azores y "confiture de cerise" casera comprada el 30 de mayo de 2013 en el mercado de los jueves en Maurs la jolie (Auvergne), que andaba escondida la pobre en el fondo del aparador. El café 100% de Colombia de agricultura ecológica.
Acaba de venir mi hija para traerme El País papel y tabaco para su madre que había entrado en cuarentena sin existencias, hemos guardado las distancias.
Mi impresión es que muchos amigos también están autoconfinados. Desde la ventana del dormitorio veo un estornino montando guardia en una chimenea que se recorta sobre un cielo "panza burra" muy luminoso. Hasta pronto
