LUNES 27 DE ABRIL DE 2020
Hoy ha amanecido un día lluvioso, como me gusta a mí que sean los días de abril, cuatro horas ha estado lloviendo mansamente, cada hora han caído unos 4 litros por m2; disfruto imaginando como se recargan los acuíferos y se llenan los embalses para que haya agua suficiente en Andalucía, que es lo que a veces falta en esta tierra para ser el paraíso, bueno y que hiciera un poco menos de calor en verano y ya por pedir, que la riqueza estuviera mejor distribuida. La cita de ayer y de hoy para los aplausos a las ocho de la tarde, continua como siempre y en mi barrio ni ha habido cacerolada ni silencios y en la últimas elecciones, el PP fue la primera fuerza política.
Tengo amigos de muchas otras regiones y países y me preguntan porqué en Andalucía está habiendo menos muertos que la media de España, y es que les cuesta comprender que España como Italia y en mayor medida Chile, aunque no sean países muy extensos tienen una orografía que crea diferencias climáticas acusadas en poca distancia. Pero son aún muchos menos si comparamos los datos de Andalucía con regiones donde ha habido mucha más mortalidad como en el caso de Madrid y la primera explicación que intuitivamente me sale, a la vista de lo que ocurre entre Sicilia y Milán, entre Aquitania y París o entre Berlín y Baviera, es la climática, por alguna razón biológica el virus parece que se transmite y/o infecta mejor en determinadas condiciones, como ocurre con la gripe que está asociada con el invierno; aunque eso seguro que no explica todo y probablemente ni siquiera la mayor parte de la variación, pero que no es un factor a despreciar es que incluso en Murcia y sobre todo en Melilla es mucho más acusado y coincide con el hecho de una temperatura media fuera del intervalo, por arriba o por abajo, de entre 4-11ºC propio del invierno en Wuhan, origen de esta pandemia.
A la intuición que tengo sobre esta hipòtesis inicial vamos a añadir una lectura comparativa de los datos que teníamos ayer pero siempre en cifras por millón, para homogeneizar los distintos territorios que tienen poblaciones muy diferentes:
En Andalucía teníamos 1.548,23 infectados/millón, 5,73 veces menos que Madrid con 8.868,80 i/m , lo que parece mucha diferencia para atribuirla sólo a diferencias climáticas en la propagación del virus, máxime cuando Andalucía es muy diversa en ese aspecto y habría que entrar a ver los datos de temperatura en las diferentes capitales de provincia, lo que haremos mañana. Seguramente tengan mucho que ver otras muchas causas entre las que destacaría la gran diferencia en densidad de población, la importancia del transporte público y el ser Madrid un nudo de comunicaciones muy denso. Por poner sólo una curiosidad, Madrid con 829,94 habitantes/km2, tiene una densidad 8,61 veces mayor que Andalucía con 96,38 hab./km2.
Pero si vamos a lo más terrible, los ciudadanos que se contagiaron y finalmente fallecen, los datos son otros y en Andalucía son 136,11 muertos/millón de habitantes , 8,76 veces menos que en Madrid con 1.191,94 m/m, lo que probablemente se explica en parte por la mayor edad media de la población de Madrid(42,35 años) frente a la de los andaluces(41,48 años), pero creo sinceramente que tanta diferencia sería de justicia atribuirla posiblemente a una mejor respuesta del Servicio Andaluz de Salud(SAS) que a la del Servicio Madrileño de Salud(SERMAS) por la causa que sea, incluso por la buena suerte, a ello me dedicaré mañana a fondo.
Todavía es un poco pronto para que nadie se ponga medallas y mucho menos imponer castigos a nadie, salvo los aplausos que en justicia corresponden a las personas que con riesgo de su vida hacen posible la nuestra entre grandes dificultades y escasez de materiales, porque queda mucha pandemia que pasar, muchos muertos que enterrar y mucho que estudiar e investigar para explicar lo que está pasando, resolver la emergencia sanitaria y finalmente exigirle responsabilidades a quien haya sido negligente, sea sanitario, político, gobernante, policía, militar, profesor, periodista, tertuliano, científico. ciudadano, sacerdote, psiquiatra, etc..., pero espero que sirva un poco al menos para matizar el injustificado desprecio con el que tratan de humillarnos a los andaluces algunos imbéciles capitalinos y me da igual que sean de derechas, de izquierdas, de centro, nacionalistas o mediopensionistas, son igual de miserables no por lo que son, ni por lo que piensan, sino por lo que dicen.
Juanma Moreno, asi quieren que lo llamemos, presidente de la Junta de Andalucía no es un incompetente, ni un inepto aunque a veces se haya equivocado, como todos los que hacen algo, ni su consejero de Salud Jesús Aguirre tampoco, el primero casi siempre se ha mantenido en una correcta posición institucional, lo que debe ser difícil estando en un partido tan aguerrido, y este último puede haber parecido en el pasado lenguaraz, a veces deslenguado o gracioso sin gracia, pero ni es idiota, ni inepto, ni incompetente, aunque se haya podido equivocar, yo creo que menos de lo que algunos afirman y lo explicaré con más detalle mañana, pues el tema no se puede despachar en un breve. Esos epítetos prácticamente han estado fuera de las intervenciones de la oposición política en Andalucía, yo se lo agradezco, y por eso se puede aquí construir un pacto para la recuperación, mientras que han abundado por parte de los jefes del PP en la oposición capitalina, dinamitando cualquier posibilidad de pactos y lo que es peor han inoculado el veneno en muchos de sus partidarios hasta hacer irrrespirables con sus denuestos las redes sociales.
Gracias, amigos míos, mañana continuará...
La foto se hizo el 24 de marzo del 2014, cuando el Parlamento de Andalucía puso las banderas a media asta en señal de duelo por la muerte de Adolfo Suárez, sin duda el más destacado artífice de la recuperación democrática de España .
Todavía es un poco pronto para que nadie se ponga medallas y mucho menos imponer castigos a nadie, salvo los aplausos que en justicia corresponden a las personas que con riesgo de su vida hacen posible la nuestra entre grandes dificultades y escasez de materiales, porque queda mucha pandemia que pasar, muchos muertos que enterrar y mucho que estudiar e investigar para explicar lo que está pasando, resolver la emergencia sanitaria y finalmente exigirle responsabilidades a quien haya sido negligente, sea sanitario, político, gobernante, policía, militar, profesor, periodista, tertuliano, científico. ciudadano, sacerdote, psiquiatra, etc..., pero espero que sirva un poco al menos para matizar el injustificado desprecio con el que tratan de humillarnos a los andaluces algunos imbéciles capitalinos y me da igual que sean de derechas, de izquierdas, de centro, nacionalistas o mediopensionistas, son igual de miserables no por lo que son, ni por lo que piensan, sino por lo que dicen.
Juanma Moreno, asi quieren que lo llamemos, presidente de la Junta de Andalucía no es un incompetente, ni un inepto aunque a veces se haya equivocado, como todos los que hacen algo, ni su consejero de Salud Jesús Aguirre tampoco, el primero casi siempre se ha mantenido en una correcta posición institucional, lo que debe ser difícil estando en un partido tan aguerrido, y este último puede haber parecido en el pasado lenguaraz, a veces deslenguado o gracioso sin gracia, pero ni es idiota, ni inepto, ni incompetente, aunque se haya podido equivocar, yo creo que menos de lo que algunos afirman y lo explicaré con más detalle mañana, pues el tema no se puede despachar en un breve. Esos epítetos prácticamente han estado fuera de las intervenciones de la oposición política en Andalucía, yo se lo agradezco, y por eso se puede aquí construir un pacto para la recuperación, mientras que han abundado por parte de los jefes del PP en la oposición capitalina, dinamitando cualquier posibilidad de pactos y lo que es peor han inoculado el veneno en muchos de sus partidarios hasta hacer irrrespirables con sus denuestos las redes sociales.
Gracias, amigos míos, mañana continuará...
La foto se hizo el 24 de marzo del 2014, cuando el Parlamento de Andalucía puso las banderas a media asta en señal de duelo por la muerte de Adolfo Suárez, sin duda el más destacado artífice de la recuperación democrática de España .
