Tras anunciar Rajoy que declina, de momento, la propuesta del Rey de someterse a la investidura, ha llegado la hora de la verdad, de explorar la posibilidad de un gobierno de progreso. No es momento para pusilánimes sino para líderes que no se amilanan ante las dificultades y que pondrán a prueba a Pedro Sánchez, a su equipo y al PSOE en su conjunto, el sueño o la pesadilla de cualquier político de raza.
En este momento recuerdo lo que se dijo del nombramiento en 1976 de Adolfo Suárez, en una arriesgada maniobra del anterior rey: “Que error, que gran error” dijeron casi al unísono todos los medios y luego todo salió muy bien.
De entrada considero que es imposible por la fragmentación política, por la negativa de Ciudadanos a apoyar a nadie y por el infantilismo izquierdista del equipo dirigente de Podemos.
Si la comparecencia de Rajoy ha sido patética la de Pablo Iglesias rodeado de su guardia revolucionaria fue delirante, sin ningún respeto para el PSOE, pero él es así, un artista de la puesta en escena.
Si Podemos fuera un partido democrático esto no hubiera podido suceder, pues ninguno de los que sale en la foto tiene competencia, según sus estatutos, para hacer una propuesta que va mucho más allá de lo previsto en el programa electoral al realizar una oferta de pactar un gobierno encabezado por otra fuerza política, lo que solo puede aprobar su Asamblea Ciudadana Estatal.
Que Podemos no se comporta como un partido democrático es un hecho que vengo constatando desde hace unos meses, ni publica los acuerdos de su Consejo desde el mes de agosto y tras las elecciones nos enteramos de que fuera del sagrado programa han incluido la exigencia de 4 grupos parlamentarios mediante un acta notarial.
Como el PSOE si es democrático y en él no manda el jefe como parece que sucede en Podemos, yo solo me sentaría a negociar con ellos cuando esta propuesta estuviera refrendada por su Asamblea, no vaya a ser que hagamos lo imposible para llegar a un acuerdo, que podría dividir a los socialistas, y luego lo rechacen sus bases. Seguiremos atentos.
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