Ayer me dediqué a buscar a mis amigo de todos los sitios e intentar contactar con ellos para ver como están y como están en sus diferentes países: Turquía, Libano, Francia, Suecia, USA, México, Guatemala, El Salvador, Colombia, Ecuador, Chile, Argentina y Brasil; en todos los sitios mis amigos y familiares están bien y en una situación parecida de confinamiento, aunque los datos peores son los de España e Italia. Somos conscientes casi todos que TODOS SOMOS EL MUNDO y TODOS ESTAMOS EN UN ÚNICO MUNDO y lo que sea que nos vaya a pasar nos está pasando a todos y si esta vez cada nación está luchando por su cuenta, los ciudadanos sabemos que es una batalla global y si hay un remedio será para todos y si se consigue una vacuna tiene que ser para todos. Esta vez no dejaremos pasar la ocasión de prevenir las futuras pandemias o desastres que ha de venir con mecanismos de cooperación eficaces, globales y públicos.
Hemos hecho global el mundo y debe ser para todo, no sólo para que los capitales puedan trasladarse en instantes haciendo negocios sin parar y las mercancías viajando de un extremo a otro, sino para que todos los seres humanos compartamos el único mundo que tenemos y sus frutos se repartan justamente pues hay para todos, si nadie se apropia de más de lo necesario.
En mi mesa tengo encendida la luz de este globo terráqueo que me recuerda que mi ciudad no es ni un punto en ella y que además la tierra es otro minúsculo punto en la galaxia y esta casi nada en el universo: Nuestra pequeñez es tan inmensa que sorprende como podemos sentirnos a veces tan soberbios.
Este confinamiento permite muchas cosas, incluso la celebración de un coloquio sobre "El origen del universo" entre diez amigos de hoy y compañeros desde 1969 coordinados por Pedro Cañal. Nos reunimos todos los días entre las 18 y las 19 horas a través de una aplicación informática, una hora que se pasa en un momento y que ensancha nuestro horizonte de conocimiento.
Acabo hoy con las palabras de mi amiga Françoise Montambaux desde Caen en Francia:
"Hola, aquí en Francia, hay algo de pánico. Los científicos se contradicen, el gobierno está en la indecisión, piensa más en salvar la economía que las vidas.
Durante este tiempo ....estoy sola en casa e intento tener la mayor cantidad de contactos con mi familia y amigos (Facebook, teléfono, mensajería, correos electrónicos ...)
Mi madre decía que la ociosidad es la madre de todos los vicios y, por lo tanto, debemos estar atentos.
Por la mañana, leo mensajes, la prensa, en silencio y mientras desayuno. La prensa cada vez menos, porque me provoca ansiedad. Luego, respondo a los mensajes, arreglo mi casa, hago la cama ... Estas tareas cotidianas que te hacen existir. Y luego la ducha, esta ducha que puedes olvidar "bah! No voy a salir y nadie va a venir ... ", ten cuidado no debes abandonarte.
Ayer me quebré un poco, salí a caminar por la ribera del Orne, solo un poco.
Un poco de jardín, los pájaros, las flores ...
Y luego viene la tarde, esa larga tarde, es triste el atardecer
...Besos"
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