Todo tiene su fin. Empiezo mi despedida de Marruecos en el barco que nos lleva desde Tánger a Tarifa. Hace levante en el estrecho y la travesía es movida, aunque no resulta incómoda porque no hay que rellenar ninguna ficha para la policía española y los bocadillos son apetitosos. Arrecia el oleaje y los cristales de los portillos están chorreando.
La noche ha sido tranquila en un hotel sencillo y agradable en Arcila sin que el canto del almuédano me haya despertado. El desayuno incluía un magnífico huevo frito y pan caliente, aunque los Msamen eran mediocres, nada que ver con los deliciosos que nos hizo Zaida en Mouley Bousselham.
Por la carretera de la costa hemos disfrutado viendo muchas playas algunas ya urbanizadas, algunos grupos de dromedarios preparados para los turistas. Bordeamos el aeropuerto de Tánger y seguimos hasta el Cabo Espartel donde nos detenemos pero no visitamos ni el museo ni el faro que allí hay. Seguimos hacia el este por la carretera que atraviesa la Reserva del Cabo Espartel donde encontramos algunas mansiones con exagerada vigilancia y pasado Donabo Gardens hay un cruce donde está el café Le Mirage , se gira a la izquierda por un camino asfaltado hacia un mirador sobre el Estrecho de Gibraltar desde donde se verá la costa española si no fuera por la bruma que había.
Seguimos hacia Tánger en busca del mítico Hafa Café, donde paraba Paul Bowles, siguiendo exactamente las indicaciones de Google Maps, por intrincado que pareciera, hasta que siendo conscientes de que el aparcamiento que vimos era el último posible, aparcamos y efectivamente a unos 200 mtros andando estaba y a la puerta era imposible aparcar. Es un sitio muy turistico perorecomendable para pasar un buen rato, bebiendo té o café y comiendo algo en terrazas viendo el Estrecho.
Luego el puerto y la espera ordenada para subir al ferry con las múltiples revisiones policiales marroquíes incluyendo scanner y perros. Con veinte minutos de retraso salimos y en Tarifa tambien un triple control con un policía, un guardia civil y una agente de aduana nos devuelven a España y por autopista a Dos Hermanas donde saludo a mis hijos y nietos y me despido de Cisco. Guillermo me arregla el móvil que no reconocía mi huella digital y Eduardo me entrega el R5, limpio, revisado y a punto para hacer el último trayecto hasta La Antilla donde me encuentro con Lola, siempre alegre.
Este viaje de más de cuatro mil kilómetros en dos semanas ha sido fantástico, Cisco es muy buena compañía y juntos seguimos descubriendo Marruecos, con la ayuda de amigos que vamos consolidando, con etapas que merece la pena repetir y quizá la próxima vez el viaje sea diferente con menos kilómetros y estancias más largas.
Marruecos esta vez también me da la impresión de que sigue avanzando, el exotismo sigue existiendo pero en otoño en las zonas turísticas cada vez veo más marroquíes, lo que me encanta. Volveremos seguro. Gracias por leer mi diario de viaje
14 comentarios:
Que alegría ya en casita después de un maravilloso viaje muy bien acompañado por Cisco
Un gustazo completo
Bienvenido a Casa.Te saludamos
Con unos Nubarrones Oscuros que
Presagian Lluvias." MENUDO DIA"
CONTRA EL MALTRATO DE LA MUJER🙋♀️🤷♀️
Gracias a ti, porque hemos podido viajar a través de tus magníficos relatos.
Nos faltarán todas las mañanas tus relatos que hacen que viajemos también .Bienvenido a tu casa. Un abrazo Poly
Que bien Juanito, me encantan tus viajes no dejes de contárnoslo te llamaré un día de estos, cuando descanse.
Felicidad por el regreso. Qué te quiten lo bailao!. Un abrazo de tu amigo que quiere verte alguna vez
Bienvenudo y gracias por compartir vuestra aventura. Lo he pasado sensacional. Hasta la próxima 😂
Gracias, hermana. La próxima vez viajaremos contigo.
Abrazos
Gracias, por seguirme
Gracias, querida Poly
¿Eres Andrés? A ver si hablamos
Querido Aurelio, claro que sí
Un abrazo y gracias
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