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viernes, 22 de noviembre de 2024

MERDJA ZERGA/ ALCAZARQUIVIR

 




La decimotercera jornada es viernes, pero comenzó el día anterior cuando llegamos a la casa de nuestro amigo K'bir, que conocimos en enero de 2023 como barquero y guía en la laguna de Merdja Zerka, pero está vez nos hemos alojado en su casa y disfrutado de la excelente cocina que practica Zaida, su mujer, quizá con la ayuda de sus hijas, todavía recordaba el magnifico couscous de viernes de entonces. Zaida hace el pan que tomamos, el viernes cenamos lenguados fritos, salmonetes a la brasa, ensalada y naranjas. En el desayuno las estrellas fueron unos deliciosos Msemen  recién hechos, son unos crepes contundentes que son laboriosos de hacer, luego los rellenas con mermelada o miel y literalmente te chupas los dedos.
Luego a la laguna  para navegar  a remo en una patera mientras K'bir va señalando e identificado todas las aves que se ven.  Hay que empezar unas dos horas después de marea alta para que cada especie vaya encontrando su alimento picoteando en el fango, que poco a poco queda al descubierto. 
Es un arte incierto saber donde estarán en cada momento las aves, pero él  lo domina y lo chapurrea en español con traducción simultánea al inglés. A lo lejos vimos flamencos, espátulas, cormoranes y moritos, volando ánades,  aguiluchos laguneros e incluso tarabillas huyendo de ellos encima de la salicornia. Los reyes son los limícolas sobre el fango: correlimos, picofinos, zarapitos tanto el real como el trinador,... que se alejan volando  cuando la patera se acerca demasiado, como pasa con la garza real, garcetas, vuelvepiedras y ostreros. Un paraíso para ver aves, aunque para fotografiarlas haría falta  un equipo más potente.
A las cuatro horas  y con un sol inclemente nos orillamos y volvimos a la casa, dónde nos esperaba el couscous prometido,  sencillamente perfecto como se intuye en la foto. K'bir se marchó  a hacer su segundo "paseo" con una pareja francesa mayor de una autocaravana.
Una siesta breve y excursión a conocer ALCAZARQUIVIR, que con mi manía  de evitar las autopistas nos lleva por carreteras peores y sobre todo cuándo a la vuelta hacemos el trayecto de noche, es peligroso pues son estrechas y hay muchas personas andando por los bordes sin iluminación, creo que no volveré a circular de noche. La ciudad conserva edificios de la colonia española de un cierto interés a los que falta mantenimiento y uso, como la puerta de los Regulares  que fotografié. Es un placer pasear entre los puestos de frutas y verduras y por la calles  viendo animados cafés.
Al llegar, una ducha bien caliente y la cena con un tajine de verduras y pollo que comimos entero mojando sopas.  Una joven polaca  que ha llegado en una autocaravana con su marido alemán y su hijo,  toca muy bien una pequeña guitarra española y nos da conversación. Este es otro lugar al que hay que volver 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi envidia me corroe cada día un poquito más. 😂😂😂😘😘😘

Paloma dijo...

Me sumo a la envidia del comentarista anterior. Totalmente malsana!
Que sigáis pasándolo tan rebién.

Paloma dijo...

Me sumo a la envidia del comentarista anterior. Totalmente malsana!
Que sigáis pasándolo tan rebién.

Anónimo dijo...

Mencanta que me envidies ahora, como yo os envidié en vuestros viajes

Mariela López Garzòn dijo...

Yo también tengo envidia, aunque me aguanto, seguir disfrutando