Cuando Jesús Aguirre, el consejero de Salud y Familias de Andalucía, usó la palabra CULILLO para referirse al resto de vacuna que queda en un vial y que es difícil de extraer con la jeringuilla, nos hizo reír a todos porque lo escatológico( caca, culo, peo, pis,…) siempre funciona en los chistes, pero no cometió ninguna incorrección, ni siquiera abusó de su manía de ser campechano, porque en este caso ese uso del diminutivo de culo es común en España, por lo menos entre los españoles con los que yo me relaciono, para designar el resto de bebida que siempre queda en una botella o vaso por más que tratemos de apurarlo, como consecuencia de la adherencia de los fluidos a las superficies que los contienen. Usó el lenguaje común para que todo el mundo le entendiera, pero como es andaluz y tiene el tono que tiene, hizo gracia.
A propósito de los culillos recordé la primera y penúltima borrachera que he pasado en mi vida. Tendría unos diez años y estábamos de fiesta de inauguración de la piscina en casa de Pepita Tarradas y Fernando Prieto, unos amigos muy queridos de mis padres, que también tenían familia numerosa y que en ambos casos se completó hasta la maravillosa cifra de once, ellos seis niñas y cinco niños y nosotros al revés seis niños y cinco niñas con algunas de ellas mantengo relación y amistad . Otro amigo, Luis Prieto, que era un poco “gracioso” no tuvo otra cosa que animarme a que bebiera los culillos de los vasos y copas que estaban a mi alcance, mientras daba grandes risotadas hasta que yo acabé dando amplias camballadas lo que al parecer era muy gracioso a tenor de la cantidad de gente que reía. Finalmente cuando mi padre me vio, entendió las risas y se enfadó mucho con los adultos rientes, mientras a mi me tenía en observación hasta que tras vomitar me dormí plácidamente en una tumbona.
Pues bien, volviendo a lo importante, todos los responsables de salud españoles estaban al tanto desde el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del 9 de septiembre de que harían falta jeringuillas especiales para no desaprovechar el contenido de los viales de vacunas, pues hay mucha experiencia en procesos de vacunaciones masivas, tanto que hay una jeringuilla patentada que tiene un émbolo que ajusta tanto que no deja ningún culillo y el Ministerio había encargado 25 millones de ellas a la titular de la patente, la multinacional Bekton Dickinson, pero no penséis que a Estados Unidos de Norteamérica, ni a China para ahorrar con la réplica que allí producen más barata, no, el encargo fue a una fábrica con 650 trabajadores de dicha empresa en la localidad oscense de Fraga, que las produce a 10 céntimos la unidad y que las hace para todo el mundo, concretamente ahora tienen más de 400 millones encargadas. Cada comunidad autónoma debía de contratar después su lote y lugar de entrega.
Por eso me sorprende que en enero una vez comenzado el proceso de vacunación que es la única forma de parar la pandemia y la mortandad consiguiente, se “descubriera” que aunque oficialmente en prospecto figurara que el vial contenía carga para 5 dosis, si se hubieran usado las jeringuillas apropiadas el contenido daría 6 dosis con lo que conseguiría incrementar en un 20% la población inmunizada que no es asunto menor o dicho de otra manera, recordando a Rajoy, es un asunto mayor por el número de muertos que puede evitar. Si es verdad que esas jeringuillas no estaban disponibles, algo se ha hecho mal y alguien debe explicarlo, porque me parece una negligencia culposa ,sea de quien sea, tanto o más grave que el hecho de saltarse el orden de vacunación al que se ha dado justa relevancia.
Pero hay más, mucho más, a poco que se estudia , porque en la página 12 del documento de Estrategia de Vacunación aprobado por el mencionado Consejo Interterritorial se dice claramente en un cuadro sinóptico que la vacuna de Pfizer viene ultracongelada en viales multidosis con 0,45ml para completar 6 dosis de 0,3 ml tras la dilución que se consigue añadiendo 1,8 ml de suero fisiológico a cada vial. Pero si mis conocimientos de química y de cálculo no me fallan he sumado el volumen del soluto (0,45ml) a 1,8 ml del disolvente lo que da un total de 2,25 ml y si cada dosis es de 0.3 ml daría para 7 vacunas (2,1 ml) y no 6 y aun así seguiría quedando un "culillo" de 0,15 ml... que son “sólo” 3 gotas que parecen poco, daría para media dosis y si hasta ahora en un mes se han distribuido 1.769.055 dosis a razón de 5 por vial. Si se hubiera hecho con cuidado sacando 7 dosis por vial hubiera dado para 2.476.677 dosis, exactamente la cantidad necesaria para haber puesto la primera dosis a 707.622 españoles más, que de esa forma y solo en un mes habrían adquirido la inmunidad que a mi juicio se nos ha negado por hacer las cosas mal . Espero que alguien me lo explique porque no puedo entender que jugando con la vida de tantas personas no sepan todavía como apurar los CULILLOS.
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