Uno de los historiadores del
siglo XX más interesantes a mi juicio, Eric Hobsbawm , del que he leído a fondo
su libro LA INVENCIÓN DE LA TRADICIÓN, para documentarme sobre la construcción
de los mitos a propósito del estudio que hice sobre los dos mitos diferentes creados
por las maquinarias de propaganda de los dos bandos contendientes en nuestra
guerra civil con el rejoneador Antonio Cañero, escribió también un libro
titulado GENTE POCO CORRIENTE
para “tratar casi exclusivamente de esa clase de personas cuyos nombres
suelen ser desconocidos de todos excepto
de su familia y sus vecinos… en algún caso sus nombres son imposibles de
conocer,… pero en otros desempeñaron su papel en escenarios pequeños o
locales…Estas personas constituyen la mayor parte del género humano y…sus vidas
son tan interesantes como la suya o la mía, aunque nadie haya escrito sobre
ellas”.
Una de estas personas fue el boticario de Linares, Cayetano R.
Santoyo, que ha sido sacado del olvido histórico por mi antigua compañera de
Canal Sur Paloma Domínguez Camacho que escritora aficionada como yo se ha
atrevido a investigar, escribir y lo que es más raro, publicar la biografía de
uno de sus bisabuelos bajo el título DE JARABE Y OTROS AMORES (Al encuentro de
mi bisabuelo Cayetano R. Santoyo), que sin duda fue un personaje extraordinario
en su época tanto familiar, como profesional e incluso políticamente pues llegó
a ser alcalde y muy activo. Seguramente la Linares de su época no puede
entenderse sin él. Mi amiga
ha editado su libro a través de Amazon y se puede comprar libremente
tanto en papel como en modo digital a un precio muy módico. El gigante de la
distribución mundial que empezó
vendiendo libros ha abierto la posibilidad de editar esos libros que la gente corriente puede escribir, muchos
de ellos sobre otra gente corriente y
que nos ayudarán a ir ampliando la visión histórica que tenemos demasiado
influida por reyes y jerifaltes de diferente estatura, mientras que realmente nuestro pasado lo construyeron
personas como nosotros. Gracias Paloma por dar el salto y enseñarme una parte
de la historia de tu familia que es la historia de todos.
Desde que me jubilé estoy
investigado a fondo sobre mi familia y voy construyendo el árbol genealógico
que ya tiene 1.314 personas, la mayoría de ellas vivieron antes que nosotros y hay decenas de personajes pendientes de que
alguien escriba su historia. Siempre me he guiado por el rigor aprendido en los
estudios de Biología y me he formado leyendo mucho y charlando con algunos historiadores amigos; también adquirí
mucha destreza ayudando a las
investigaciones que realizaba mi hijo Guillermo, un auténtico investigador de historias
familiares, para el programa de televisión, LOS DESCENDIENTES. Debo también mucho a los mormones que en su web myheritage facilita acceso a censos y padrones de
población de todo el mundo que son
imprescindibles para cualquier investigación genealógica y además tiene
material para enseñar a distancia. Si
alguien tiene interés en saber cómo empecé, el método utilizado y algunos
resultados iniciales, lo tengo publicado en el blog: LOS ANCHELERGA DE CÓRDOBA
Con mucho esmero ya hice la biografía de mi
padre y su familia para un libro que primorosamente editó mi hermana Esther con
motivo del centenario de su nacimiento y ahora ando esbozando la de mi madre cuyo
centenario será el 13 de noviembre del
2022. Cuento con mucha información, pues he tenido la fortuna de hablar mucho
con mi madre durante sus últimos años, tomando notas discretamente y accediendo
a sus cartas y diarios personales, que
lamentablemente son sólo de su juventud, claro que criando y cuidando de una
familia con 11 hijos realmente nunca tuvo tiempo para ella. Me he dado cuenta que la historia de mi
madre habrá que contarla con mucha menos documentación oficial pues de su
trabajo solo queda el rastro que dejó en su familia que os aseguro es
imborrable, sería más fácil escribir sobre muchos hombres de la familia que
dejaron mucha huella, hasta estatuas, por que fueron políticos, profesionales, canónigos,
joyeros, empresarios, incluso un califa del toreo, pero no creo que ninguno de ellos
merezca más que mi madre que su vida sea
escrita para que permanezca en nuestra memoria para siempre.
Vengo observando que cada vez se escribe más sobre esto y me alegra , seguramente sea que a
medida que vamos haciéndonos viejos nos invade la nostalgia de los mundos que
conocimos y que ya no están y nos entra una pulsión irrefrenable de dejar
constancia de nuestro recuerdo por
escrito . Isabel Allende escribió y estoy de acuerdo con ella en que “Lo que no
escribo se me olvida y es como si no lo hubiera vivido” Leo muy atentamente los artículos que escribe
Antonio Narbona para el ABC sobre temas lingüísticos, en lo que es un experto,
y el publicado el 23 de enero me emocionó profundamente, se titulaba MI ABUELO
y no me resisto a copiar este párrafo con uno de sus recuerdos de infancia: “Me
quedaba boquiabierto al ver a mi abuelo convertir con su navaja en unos minutos
unos palitos en pinchos con los que “pescar” las papas fritas, que sabían a
gloria bendita. No recuerdo si había tenedores, pero, desde luego, no tantos
como nietos nos reuníamos. No eran tiempos de derroches”.
Yo creo que es nuestro deber
escribir sobre nuestros padres, abuelos y antepasados, auténticos constructores
de nuestra sociedad a los que debemos la
vida y lo que somos. Eran gente corriente como nosotros, pero al escribir sobre
ellos nos damos cuenta que en realidad son
GENTE POCO CORRIENTE.
6 comentarios:
Que bien contado, imprescindibles la gente corriente, todos tenemos una historia que contar, gracias por el trabajo de enseñarnos quienes somos a través de nuestros ascentros
Gracias por tus comentarios,querida.
Me ha encantado tu artículo y es verdad que mucha gente corriente se merece que cuenten su vida. Que bien que estés escribiendo sobre doña Carmen, deseando leerlo cuando llegue el momento. Enhorabuena!!
Mencanta. Gracias
Precioso Juan María
Gracias, amiga
Publicar un comentario