No, no son demócratas, ni tampoco
sus partidarios o secuaces, los políticos
secesionistas catalanes. Sin votaciones no puede haber democracia, pero con
ellas puede haber una dictadura como
vemos en la mayoría de los países del mundo. La elección libre de nuestros
representantes es una condición necesaria para que un sistema político sea
democrático y sin duda legitíma de inicio cualquier organización política que
tengamos pero no es suficiente si falta lo principal que es el respeto a las
minorías y a las leyes y normas
políticas adoptadas democráticamente.
Sí, ya sé que parece un bucle
sin salida si tú lo que deseas es conseguir la independencia de Cataluña cuando tu creas
que hay una mayoría suficiente para ello o impedir que gobierne quién tu crees que no debe hacerlo porque a ti
te parece que ha hecho trampas, aunque conforme a los procedimientos previstos
en las leyes vigentes haya sido elegido
presidente de forma clara. De considerar admisible esta lógica, no tendríamos
que pagar impuestos ni cumplir las normas sanitarias establecidas por los
gobiernos si no estamos de acuerdo con las leyes que establecen estas
obligaciones ciudadanas y bien sabemos que no es así porque como decía mi
bisabuelo parafraseando a Talleyrand “lo que no puede ser, no puede ser y
además es imposible”. Es imposible e irresponsable considerar que basta una
mayoría de votos en un proceso electoral, sin ningún quorum previo, para violar
la constitución española y declarar la secesión “pacífica” de un territorio. Ni
aunque el cien por cien de todos los catalanes lo quisiera se puede hacer sin la aprobación de las Cortes
Generales, es la ley y punto. Otra cosa es el derecho que tienen a querer la
independencia porque vivimos en libertad, pero a lo que no tienen derecho es a
imponerla fuera de la ley y contra la Constitución Española de 1978, que es la
garantía de las libertades ciudadanas.
Si, en los países más
democráticos del mundo hay leyes que permiten sancionar a quien infringe
cualquier norma y en los caso que las leyes prevén tribunales que juzgan a
ciudadanos por saltarse las leyes y cárceles para que cumplan las condenas que
en sus sentencias razonadas y con todas
las garantías procesales el sistema judicial ha decidido, es porque si las
cosas no se hicieran así estaríamos sometidos a la ley del más fuerte y no
seríamos ciudadanos libres y con derechos, por eso no se puede admitir que quien
incumpla las leyes pueda quedar impune en base a cualquier argumento de
conveniencia por muchos partidarios que tenga ya sea Juan Carlos I, Trump,
Puigdemont o Messi.
No, los ciudadanos no podemos
saltarnos las normas a nuestro criterio porque vivimos en estados de derecho
donde rige el imperio de la ley y no la mal llamada ley de la selva y este
imperativo necesario para la convivencia obliga aún más a los políticos y sobre
todo a los gobernantes que al acceder a sus puestos de mando se comprometieron
a cumplir y hacer cumplir las leyes y eso vale para Trump, para Torra y hasta
para los políticos secesionistas “un poquito” presos a la vista del tiempo que
están fuera.
Por todo ello no entiendo que si
muchos de los airados norteamericanos
que asaltaron el Capitolio están detenidos en prisión preventiva a la espera de
juicio en aplicación del título 18, sección 2.384 del código penal (US Code) que establece condenas
de hasta 20 años para el acto público y violento de sedición que cometieron
delante de todo el mundo, no esté Trump en la misma situación procesal pues fue
él quien los convocó para esa acción y quien los arengó una vez reunidos antes
del asalto, ya que ahora es un ciudadano más, despojado ya de la abusiva inmunidad que le otorgaba el cargo de
presidente y ello sin perjuicio de la improbable condena política a la que lo están sometiendo los legisladores atacados por las turbas.
En España, otros políticos
irresponsables se saltaron las leyes, declararon la independencia de Cataluña imponiendo
sus deseos a los demás, violando su
deber de cumplir y hacer cumplir las leyes, ejerciendo el tipo de violencia más
sibilina y dañina a nuestras libertades, porque si los gobernantes violan las leyes cómo podrán imponer el
cumplimiento de las mismas que es la
garantía de nuestros derechos y libertades.
Ora cosa es si una persona juzgada
con sentencia firme y cumpliendo condena puede ser indultada por el gobierno si
este considera que esa decisión contribuye a
la paz social o a lo que sea y por supuesto que mi criterio es siempre
favorable a que los penados una vez cumplida parte de la condena que justamente
se les impuso y tras su compromiso de no volver a hacerlo puedan ser puestos en
libertad, como se ha hecho con delincuentes de guante blanco o asesinos terroristas,
tanto me da, pues será una prueba más de la superioridad de la democracia y el
imperio de la ley.
¡Ah¡ que no están
arrepentidos, que volverían a hacerlo, pues nada de nuevo al trullo, aunque se cabree la mayoría de los catalanes,
que no creo, en eso soy muy británico.
La foto la hice el 29 de marzo de 2012 en la manifestación sindical de jubilados a la que asistí en Sevilla, una de las libertades en peligro.
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