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miércoles, 27 de marzo de 2024

LONDRES 5: MUSEOS DE GUERRA





 Hoy miércoles 27 de marzo amaneció un luminoso que invitaba a salir temprano, a las 8, para visitar el MUSEO DE LA RAF ( Royal Air Force). A ambos nos gustan los museos, aunque a él más los de motores, coches, aviones o cacharros bélicos.  Desplazarse hasta  Colindale es muy rápido en metro y luego andando 15 minutos  estás en el lugar que ocupaba un antiguo campo de aviación que fue clave  para la defensa  de Londres atacada por la aviación nazi, en lo que conocemos como la Batalla de Inglaterra.  Allí te encuentras todo tipo de aeronaves usadas en todas las guerras en las que los británicos han participado que han sido muchas, no falta la de las Malvinas o la reciente de Libia y algunas que yo no conocía, como la greco-turca tras el fin de la primera guerra mundial, 
El museo es grande  y merece la pena, está diseñado para aficionados a estos cacharros y a la exaltación del valor y la entrega del personal de la RAF, como pasa en estos lares democráticos todo está dedicado a la gente corriente (ordinary people) que al fin y al cabo son los que ponen los muertos, sin olvidarlos como héroes aunque ahí me parece que se cuelan unos pocos de aristócratas. Cómo bien dijo Winston: "Nunca tantos debieron tanto a tan pocos".
De vuelta chispeaba y en metro nos dirigimos a la otra punta de Londres al Museo Imperial de la Guerra, que está  en un bonito jardín y en la  entrada tiene  dos enormes cañones navales muy parecidos a los de la batería de mi padre en Tarifa en los años cuarenta. Este museo se hizo tras la primera guerra mundial y ha sido remozado recientemente y me parece que han guardado en almacenes todas los cachivaches de las guerras coloniales clásicas en las que se prodigaron y se han centrado  en el sufrimiento de la gente, algunos cacharros curiosos o notables, como un cohete V-2, un homenaje a los héroes militares y curiosamente carteles republicanos de la guerra civil española, que digo yo que podían haberla ayudado, en vez de hacerlo con los rebeldes y lo mismo se hubieran ahorrado la segunda guerra mundial.
La vuelta en autobús de dos plantas viendo desde lo alto, luego una horita en el British Museum para seguir curioseando y  tras catorce km andados a descansar a las 17 horas.  Hoy la cena en el chino ha salido mal pues todo estaba demasiado picante. Mañana será otro día.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mambrú se fue a LAS GUERRAS… Buenas noches. Rafael M de Agar

Anónimo dijo...

Impresionante la marcha !

Anónimo dijo...

No estaba la camarera que sabía español?? Que pena lo del picante... eso me pasó a mi y no pude dar más de 2 cucharadas... una vez en Beijing

Anónimo dijo...

Lo que cuentas de ese museo, que por cierto nunca visite, y en donde se recuerda las diferentes guerras, me recuerda a uno que hay en Kiev, Ucrania, donde, al aire libre también se recordaba las guerras

Juan María Casado dijo...

No estaba y fue un desastre.

Juan María Casado dijo...

Tu si que has viajado.