Con el “pretexto” de la corrupción
en el PP va Pedro Sánchez en mayo de 2018 y plantea una moción de
censura, conforme al artículo 113 de la Constitución española todavía vigente,
creo, y como tiene suerte, va y la consigue con apoyo
de “rojos y separatistas” sin tener en cuenta que eso no puede
ser, que a “los españoles de bien” no les parece
correcto y por eso lo declararon desde
el principio “presidente ilegítimo”. Como nadie le apoyaba los presupuestos
del gobierno para 2019, el presidente “okupa” va y convoca
elecciones generales para abril y aunque consigue ser la primera
fuerza política nadie lo deja gobernar, “los de bien” porque
tienen mal perder y los otros porque quieren mandar sin ganar y nuestro pobre
presidente “ilegítimo” tiene que volver a convocar elecciones
en noviembre y ¡oh milagro!, ironías del destino, ahora si consigue pactar con
Unidas Podemos pero con menos escaños de los que tenían en abril y
con la derecha crecida y muy cabreada, como es lógico y natural en ella, muy preocupada por el bien de ¡España!
de la que tienen el monopolio excluyente
del querer y cuya bandera utilizan sin mesura hasta en sus casas a veces
durante años, sin ningún respeto para un símbolo constitucional, como se puede
ver en la foto de la bandera de un vecino tras dos años a la intemperie, que
digo yo que debería intervenir la fiscalía con la misma premura que se usa en
otros casos.
Entramos pues en 2020 con un gobierno “social-comunista” y
con una crispación política cercana a la revuelta que solo la derecha española
sabe crear cuando gana la izquierda, pero yo seguía creyendo entonces que se
impondría el sentido común democrático de respetar al gobierno investido constitucionalmente
y los demás se dedicarían a construir España desde la leal oposición. Pero como
la alegría dura poca en la casa de los rojos, no pudo ser porque entró el virus
chino para confirmar que toda realidad pésima se puede empeorar sin límite. El
gobierno “asesino” que no fue capaz de impedir la pandemia
como era su obligación, tiene la suerte
de que los tribunales son lentos y tardan mucho en resolver los pleitos justos que tratan de impedir que los okupas cercenen las libertades de los españoles que
además en el colmo de la falta de patriotismo les da por vacunarse y se
controla tanto la enfermedad como sus consecuencias económicas, claro que con
la promesa de ayuda europea que la leal oposición inmediatamente
y llena de patriotismo trata de torpedear en la UE.
2021 se inició con la rebelión
de Trump y con la enorme tormenta Filomena que heló media España,
sin que el gobierno incompetente consiguiera acabar
con ella, con lo fácil que es, según la leal oposición. Luego vinieron
los incendios del verano, con una violencia inusitada, todos por culpa del
gobierno y en medio la vergonzosa salida de Afganistán donde no deberíamos estar,
aunque se nos olvide que eso no era culpa de los okupas social.comunistas
y que tuvimos que salir a la prisa corriendo, por la torpeza de otros, los
Estados Unidos, pero de nuevo Pedro Sánchez consigue salir airoso, de momento;
pero debió de provocar a la naturaleza porque el 20 de septiembre estalló un volcán en la
isla de la Palma, mientras en la península la Dana desbordó ríos y anegó
ciudades. Aunque el gobierno insistía en que lo del cambio climático va en
serio, no es excusa, se siente. Entonces pensé, tonto de mí, que ya solo nos
faltaba un MAREMOTO para rematar el desastre porque si no para que el gobierno
había previsto esa tontería de los planes de prevención, si no es porque
estaba preparando uno, dios sabe cómo, para tapar sus errores.
Sin darnos cuenta estábamos en 2022 y como la electricidad y
los combustibles subían sin parar no tuvieron otra los okupas que
provocar a Putin para que atacara a Ucrania y así además de desviar hacia un
enemigo exterior los justos ataques de los ciudadanos afectados por su mala
gestión, conseguían su auténtico
objetivo que no es otro que “forrarse” con los impuestos como bien denunció el nuevo
y “moderado” líder del PP,
haciendo de apoyo externo, como es lógico, a los movimientos desestabilizadores de los patriotas cercanos a VOX que como es
sabido nunca fueron partidarios de Putin, ni recibieron ningún apoyo de él,
nunca, nunca, nunca.
Pues a Pedro Sánchez todo esto ha debido
parecerle poco lío y viendo que la
lluvia puede aliviar un poco la situación de sequía en la que estamos, no ha
tenido otra que soliviantarnos un poco más, a ver si así revienta la situación,
con una especie de cambio del “tradicional” apoyo de España al Frente
Polisario, de boquilla por supuesto, a
otra política más alineada con EEUU y nuestros aliados que es un asunto al que
se dedicarán libros una vez se sepa el literal de la carta que envió a Mohamed VI
y que este tan gentilmente nos ha transcrito algunos párrafos. Yo sé desde hace
13 años que el antiguo Sáhara Español nunca podrá ser independiente, que
Gibraltar nunca será español, ni Mónaco una
base china, ni Ucrania parte de la OTAN. Eso sí de todo, sea como sea, tiene la
culpa el gobierno, como afirma la famosa
frase italiana que titula este artículo: “¿Está lloviendo?,¡cerdo gobierno!.
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