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martes, 20 de febrero de 2024

7 MENORCA. CIUTADELLA Y SUS FAROS

 




Hoy  20 de febrero, la tramontana azota de nuevo, asi que tenemos que aplazar la visita a ver aves y centrarnos en lo más cercano, porque el fuerte viento hace desagradable estar al aire libre o andar, de hecho ha habido momentos en que ráfagas de más de 80 km/h te empujaban y no convenía acercarse a los acantilados. 

Menorca  tiene siete faros , ya hemos visto dos en la costa norte: el de punta Nati y el de Cavallería y hoy hemos ido a ver el de Ciutadella que está a la entrada del puerto antiguo  frente al castillo de San Nicolás, hubiera sido muy agradable ir andando desde el hotel (3,5 km) bordeando la costa y  luego seguir hasta el centro de la ciudad para volver en autobús, pero la mañana era desapacible. El sitio tiene su encanto y está rodeado de casas de verano muy agradables, su destello  entra suavemente en nuestra habitación cada 5 segundos aproximadamente. Luego fuimos al faro de Artrutx en el cabo del mismo nombre que entra en el mar y es el punto más cercano a Mallorca, resulta imponente con sus 34 metros de altura, aunque en verano humillan su historia instalando un restaurante y bar de copas.

A la vuelta aparcamos  como de costumbre en la plaza des Born  y paseamos un rato, descubriendo nuevos detalles como los preciosos soportales del Carrer  Josep María Quadrado o Ses Voltes donde se esconde la  histórica  Farmacia Llabrés con sus puertas modernistas y otros detalles del primer tercio del siglo XX. A continuación compramos algunas cosas , pero especialmente los retenedores para las contraventanas típicas menorquinas que se ven por aquí y que son bonitas y prácticas en su sencillez, los encontramos en la primera ferretería que entramos, con el sugerente nombre de Fil de Ferro, y  como preguntamos nos lo dijeron, que están hechas por herreros de la ciudad de lo que estaba espacialmente orgulloso y yo también, añado. La ferretería podría estar en cualquier lado pero Carlos Febrer, el ferretero, es único y muy capaz de responder a cualquier pregunta . Luego una rica cerveza en Es Roseret  acompañada de pequeñas aceitunas arbequinas de Menorca con pimentón picante, pequeños detalles de los que no hacen ostentación salvo que les preguntes y  entonces se explayan.

El almuerzo fue en el hotel  con mucha ensalada y un arroz de verduras agradable y luego tras la siesta rematamos el día yendo a Cala Morell a disfrutar de la puesta de sol. Disfrutar, disfrutar, no fue posible por el viento que amenazaba con derribarnos pero el lugar es una maravilla y las olas levantaban su espuma  más de diez metros al chocar contra el acantilado. Y esto es todo, mañana volveremos a intentarlo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que al ir nosotros se haya pasado el vendaval. Buenas noches. Rafael Martin de Agar

Juan María Casado dijo...

Seguro

Quique sr. dijo...

Una pena. El viento es un fenómeno meteorológico que todo lo trastoca lo sabemos bien los que frecuentamos la costa de Cádiz. Una buena cerveza compensa en parte. Suerte para los días que quedan.

Juan María Casado dijo...

A Lola le molesta mucho. A mí sinceramente poco. Abrazos